martes, 15 de julio de 2008

Con Manuel Trallero se va parte de nuestra libertad..

A partir de hoy no podemos leer la opinión de Manuel Trallero en "La Vanguardia". Para los ciudadanos de Cataluña la despedida del periodista con ese Adios al diario en el que ha trabajado veinte años es una pérdida de gran valor democrático, un retroceso de la opinión plural, un ataque a la libertad de expresión. Se va con una elegancia desacostumbrada, agradeciendo "el apoyo recibido de Lluis Foix y de Javier Godó" en el justo momento en que el Conde de Godó ha sido elevado en su condición aristocrática a la categoría de Grande de España. Era una chinita en el zapato nacionalista del que reivindica hoy postulados e ideario el periódico fundado en 1881. El campo estaba trillado por un ganado hostil, Jose Antich (al parecer propuesto al editor por Piqué) su director, Jordi Barbeta, Francesc Marc Alvaro, Salvador Cardús, Toni Soler, Miquel Roca y un largo etcetera de colaboradores filtrados desde el diario AVUI en el que participa también el grupo editorial, todos ellos en la onda cercana de CiU, como núcleo duro y rector de la orientación política. En estos momenos La Vanguardia se apunta a una campaña "contraManifiesto por la Lengua Común", en el que se implica todo colaborador, "hasta la victoria final", un esfuerzo o compromiso de nacionalismo militante enmarcado dentro de otras campañas anteriores desligitimadoras de la autoridad eclesiástica, contra la COPE (Enric Juliana), a favor del Estatut, etc. Manuel Trallero, como él mismo se designa era un Jaimito que perturbaba al lector, un continuo interrogante que se preguntaba sobre la realidad descubriendo su lado mas oscuro, un ciudadano catalán exigente que reclamaba para los que no tienen voz, un anarquista que lanzaba continuos órdagos en la complaciente felicidad de la casta dominante haciendoles temblar las posaderas, un defensor del lector ciudadano indefenso, un periodista con mayúsculas que entendía la profesión como acción crítica y opinión independiente que moviera a pensar al ciudadano confundido entre la masa amorfa y acrítica. Manuel, al despedirse lo dice, si quieres ser periodista "no busques amigos, cómprate un perro". Recibió la felicidad en boca de Jordi Pujol, el gran manipulador y en su caso triunfador, cuando le dijo "usted es un periodistas peligroso", o cuando una vendedora del mercado le recordó "estoy con usted porque dice, lo que yo diria en su caso". Manuel Trallero ha sido barrido, una pena. Le he manifestado en su blog (que afortunadamente sigue vivo) mi solidaridad. Será dificil, para un liberal como él aceptarlo, pero me ha parecido conveniente hacerle llegar la idea de que no está solo, de que no camina solo. Al marcharse de LA VANGUARDIA, porque le han hecho la vida imposible, porque lo han reducido a la nada, porque le han puesto en el banquillo, porque le han humillado, por la razon que sea, Manuel Trallero nos ha hecho perder otra batalla. Cada vez, queda menos gente con su sentido de la libertad y su frescura. En Cataluña vuelven a sonar las campanas, y desgraciadamente lo hacen por todos nosotros.


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