miércoles, 5 de mayo de 2010

Contradicciones nacionalistas

¡Qué dificil es mantener el centrismo de la política catalana! Pensabamos que CiU, astuta-mente, mediante la inhibición en la política diaria de confrontación con los problemas de la vida, facturándonos un imaginario pasado de progreso bajo el glorioso poder de Pujol, ofreciendo alternativas econó-micas (un Pacto de Estado de todos contra la crisis) de colaboración como federación política catalana con visión supraterritorial, estaba ganando ese espacio intermedio mayoritario que garantiza el poder (un vacio que deja el radicalismo independentista), o lo que es lo mismo, la victoria holgada en las elecciones autonómicas del otoño. Pero no, CiU se ha empeñado, en paralelo, en ser una organización que propiciaba las consultas independentistas (el 30 de mayo siguen otras), llamando a los ciudadanos a ir a votar, participando activamente en las mismas, es mas recalcando la salud democrática de todos esos procesos de desencuentro con España. Esas dudas las genera el grupo de poder de Convergència que es el que envuelve a Artur Mas, el conocido como pinyol (a cuya cabeza está Oriol Pujol) que marca sus diferencias independentistas respecto al grueso de la organización (mayoritario) que se significa por un discurso mas moderado, integrador y encajable con el proyecto político español. Los que mandan son pues los soberanistas que disputan la hegemonía independentista o catalanista al tripartito o a cualquiera de las expresiones separatistas mas minoritarias, y el centrismo político del que presumen es mas una concesión al oportunismo electoral que al reflejo transversal de las aspiraciones de la militancia mas moderada del nacionalismo. Ese control y presión de la dirección está originando choques internos con destacadas personalidades de CDC: el alcalde de Figueres, Santi Vila ha dirigido un duro mensaje contra la corte del rey Artur por esas veleidades independentistas de la cúpula del partido "son cómicas y grotescas las derivas independentistas de algunos miembros del partido" apostando por una política "mas centrada" destacando a un sector de la organización "que se siente incomodo con los temas nacionalistas"; el sr. Vila, que ha sido designado cabeza de listas por Girona para las autonómicas, hace una defensa de Lluis Recoder (alcalde de Sant Cugat), líder de la corriente, para que juegue un papel determinante en la campaña electoral y en un hipotético gobierno de CiU, "es imprescindible que eso sea así, Recoder forma parte de esa tradición del catalanismo centrado que tanto se añora. Somos un partido con diferentes sensibilidades nacionales y también desde la perspectiva mas ideológica" . Estas discrepancias han sido atajadas inmediatamente por Felip Puig, Secretario General adjunto de CDC, "Si el continúa luchando, con formas moderadas, por un Estado plurinacional, otros, como yo, damos por perdida esa plurinacionalidad del Estado". Cinicamente terminó "dentro de esos matices, no hay ninguna discrepancia" en el nacionalismo catalanista de CiU. Y de momento hay que darle la razón, porque si alguien se mueve, desde luego no saldrá en la foto de final de año. El que manda, manda.

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