El secretario general de CiU, Josep Antonio Duran está haciendo una fuerte campaña de imagen a partir de su grupo parlamentario del que es cabeza y portavoz en el Parlamento español; el tipo de política que pretende asumir refleja una visión de estadista con dimensión española que se sobrepone a las disputas partidarias de los dos grandes partidos nacionales para centrarse en los problemas reales, básicamente la crisis que afecta a la economía española. En contra de la opinión de cierto sector de la prensa que habla del sistema político español como un juego de alternancia entre el centro derecha y el centro izquierda, los nacionalistas mediante su hábil engaño defienden un Pacto Estatal contra la Crisis que sitúa al PP y al PSOE en los extremos dejando como amos del centro político al nacionalismo catalanista que representa CiU. Pretenden hacer de la necesidad virtud, recuperando aquel poder de bisagra que les aupó a ser esa fuerza decisiva en el panorama español que lograba derechos nacionalistas ofreciendo como señuelo la contribución a la gobernabilidad de nuestra nación (unos presuntos mártires, llenos hoy de furor independentista), pero forzando día a día su ruina y decadencia. Como novedad, Duran i Lleida, tiende la mano al PP para que presente una moción de censura contra ZP y formar a continuación un "Ejecutivo amplio" en donde participarían "las fuerzas políticas que tenemos denominadores comunes con relación a lo que se debe hacer"; esta idea rebate los antecedentes del pujolismo que jamás aceptó esa posibilidad de participar en el Gobierno de su Majestad (la política de Jordi Pujol consistía en estirar indefinidamente la autonomía, acumulando competencias, hasta conseguir que la suma de cambios se transformase en uno cualitativo que hiciese irreconocible el Estado original haciendo imposible la vuelta atrás). Si esta propuesta de Duran se hiciese realidad supondría un cambio fundamental dentro de un sistema democrático que se basa en los equilibrios institucionales, introduciéndose por primera vez ministros nacionalistas catalanes dentro del Ejecutivo español. De todas maneras la propuesta tiene unos vuelos bajos: primero Duran formula la propuesta en una carta interna a los militantes de Unió Democràtica (que es una parte de CiU), en segundo lugar un gobierno de amplio espectro supone la colaboración del PP, CiU, PNV, BNG, CC y UPyD (para superar los 15 escaños de diferencia entre los dos grandes partidos y contrarrestar la suma del izquierdismo), en tercer lugar necesitamos saber la opinión del lider de la federación nacionalista Artur Mas. Todo lo cual nos afirma en la idea de que no hay auténtica voluntad política de cambio, que toda la fraseología esconde el tacticismo político de siempre de los nacionalistas. Ante la fustrada reunión Rajoy-Zapatero, se encabritan los nacionalistas delante de los focos de la prensa "la retórica y el optimismo ya no sirven para tranquilizar a los mercados ni a la sociedad", dicen, añadiendo que solemnizar los desacuerdos no ayuda a la recuperación económica. No sería mas práctico reclamar elecciones anticipadas; no sería mejor que los socialistas cambiaran al Presidente de Gobierno, no sería ideal un gobierno de coalición PSOE-PP para salir del atolladero, no serían factibles unos renovados Pactos de la Moncloa, una devolución de competencias de las autonomías y el coste funcionarial consiguiente, etc. ¡Vamos, Duran!
domingo, 9 de mayo de 2010
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