Consultas

Aunque falta bastante tiempo los campanarios de la Cataluña profunda tocan a rebato llamando a sus feligreses a celebrar una consulta independentista, esta vez coordinada, el 13 de diciembre; lo que les interesaba, ya lo han conseguido, el eco mediático retumba en toda España y "el fatxenda" del país se presta a mostrar su catalanidad recalcitrante como fuente de aquel orgullo y autoestima que les reclamaba "el viejo patriarca". Es como una vuelta a la auténtica historia, como caminar con las manos o hacer palmas con las orejas; la Ciudad de los Prodigios, la BCN vanguardista y revolucionaria, rebelde y solidaria se ve sitiada, junto a la población de su cinturón, dentro de sus murallas a la espera del asalto reaccionario del mundo agropecuario. La izquierda no reacciona, los sindicatos callan y la derecha cede, dejando sola a la ciudadanía; muchas familias a la hora de sus encuentros hablan del tema. Sí, la consulta de Arenys de Munt por la independencia, como lo fué la marcha a Bruselas y tantas, son experimentos ante la debilidad del Estado, para elevar la reivindicación e implicación mediante campañas publicitarias arrasadoras. Naturalmente las autoridades se envuelven en las excusas acostumbradas, se prohibe hacer así, pero se permite hacer asá. En ese pueblecito de la comarca del Maresme se ha reunido la llamada "Coordinadora para la consulta" formada por unas 500 personas (115 representantes de comisiones locales y 40 de entidades soberanistas) que ha contado con la cobertura mediática necesaria; la consulta, dicen, abarcará a 100 municipios, que cuenta con 740 habitantes, dejando para mas adelante otros referendums que culminarían con la cita universal por la independencia que debería tener carácter vinculante según dicen. Con España hay que romper, y para eso a toda marcha vuela el tren nacionalista; la comunidad compuesta en su 2/3 partes por personas de filiación española, no ofrece sintomas de ruptura, pero con tanto ruido y tanta madera, las grietas no dejarán de verse. Aparecen en la relación de municipios, ciudades muy importantes, junto a minúsculas aldeas: Vilafranca del Penedès, Vilanova i la Geltrú, Tárrega, Solsona, Vic, Berga, Manresa?, y otras; Alfons López Tena, de CiU, ex del CGPJ, y presidente del Institut de Estudis Soberanistas, que se encarga de la comarca de Osona, cuya capital es Vic, ha manifestado su voluntad de internacionalizar el conflicto, invitando para implicarles, a la UE, ONU, Instituto Carter, etc, para que vigilen las votaciones. La cosa mas ridícula de la que pueda hablarse, ya que nuestra Constitución permite la votación ciudadana distinguiendo entre medios legales e ilegales en los pronunciamientos colectivos; es más existe una ley de Referendums ¿pero que se puede esperar de este exintegrante del alto organismo judicial español en nombre de CiU?. Callan abogados insignes como Piqué Vidal y jueces como Pasqual Estivill, ilustres corruptos, que crecieron bajo la sombra del pujolismo, porque ahora dominan los soberanistas, aunque el saco les acoja fraternalmente. Es curioso pero la historia nos retrotrae al viejo esquema diferenciador entre la Catalunya Vella, representada por nuestra clase política, y la Catalunya Nova que perfectamente podían representar los trabajadores de Lears en el Baix Ebre-Montsià, o los campesinos de la Unió de Pagesos que defienden sus intereses con toda la fuerza posible, un enfrentamiento, ya clásico entre el reaccionarismo nacionalista y el viejo liberalismo.