viernes, 16 de octubre de 2009

don Jordi y la política catalana

Uno de los sueños del personaje Pujol era el control de la opinión pública mediante los medios de comunicación; después de conseguirlo amplia y extensamente utilizando primero los resortes de Banca Catalana y a continuación conquistando el poder político, sus deseos se hicieron realidad, viviendo la ciudadanía un largo periodo de pleitesía. Desapareció la sociedad civil, anulada en su faceta crítica y liberal, arrastrando en su caida el prestigio de Cataluña, conseguido durante década de lucha antifranquista entre los españoles de diferente condición. Siempre que ha aparecido la disidencia ha aparecido el pujolismo a silenciarla. Mónica Terribas (directora de tv3), pensando en que el "ex" esconde tantas cosas, manifestaba recientemente "parece que Pujol sea un político en activo"; Efectivamente, el creador ideológico de la Cataluña actual, en la presentación de la 2ª parte de sus memorias "Temps de construir" hace un alarde, una demostración de fuerza, ante la clase política al uso en nuestro país a la que acusa de vivir de la encuesta momentanea, careciendo de ideas propias sobre las cosas; él por contra es de la especia ladina mas rara en nuestro país y de las mas peligrosas; lo demostró en la presentación del mencionado libro en el Hotel Majestic en pleno Paseo de Gracia de Barcelona, utilizando la ocasión para atacar a Enrique Múgica (Defensor del Pueblo), en relación al 23 F, acusándole de una supuesta conspiración con el general Alfonso Armada para desbancar a Suárez del poder y formar un gobierno de concentración o de salvación nacional; para eso saca como testimonio a su propia señora (opinión sin valor por esa condición), asegurando que el general en una cena en el Palau de la Generalitat le dijo: "Sabe señora, dudo que Calvo Sotelo llegue a ser Presidente"; vagamente nuestro protagonista salva a FG y a otros socialistas "que quedarian mal y no deseo eso". El dardo va dirigido específicamente a Múgica, entre otras cosas "porque en este momento toca", ya que éste presentó recurso de inconstitucionalidad frente al Estatuto liberticida; poco importa que el Defensor del pueblo diga que esas palabras son "una ocurrencia inventada", porque "el gran constructor", arremetió contra el símbolo constitucional que representa Múgica señalando "poco importa lo que diga Múgica, el me visió en mi finca de Premià de Dalt, y ante sus palabras yo le manifesté mi total desacuerdo. Eso va a misa". Jordi Pujol, aprovecha la ocasión, para desempolvar el asunto de Banca Catalana, y restregar a los socialistas sus agravios personales. La gran preocupación de Pujol, es la marginación de CdC, lejos del poder, emergiendo dentro del nacionalismo fuerzas tan dispares como ERC, Reagrupament, las CUP y otras, a las que hay que sumar ICV y el mismo PSC, que han comenzado a matizar y radicalizar la unidad nacionalista; si cuaja la dispersión y CdC es obligada a radicalizar su discurso, el trabajo del "Padre de la pátria" de 50 años será destruido en cuatro días. Pujol lo sabe y obra en consecuencia. No le importa sembrar dudas sobre el papel del Rey en la intentona golpista, no quiere aclarar su papel, el de Antoni Siurana, Joan Reventós, y otros en la supuesta reunión celebrada en LLeida. Pujol, tiene claro, que hay que seguir construyendo, que hay que seguir haciendo Cataluña, que hay que reforzar el victimismo, ya que eso asegurará realmente el separatismo, por el contrario es puro infantilismo clamar por el independentismo, con diferentes tonos y distancias, eso conduce a la derrota nacionalista a largo plaza, a la pérdida de una oportunidad histórica y a la desaparición de CdC, su gran creación. Todavía recordamos algunos la convocatoria desde tv3 por el personal de plantilla, a los catalanes, para apoyar a Pujol ante su imputación por el caso de Banca Catalana. Acudieron 100 mil personas ¿Qué tiempos don Jordi?. Unos tiempos para olvidar, pero que seguimos padeciendo. Por cierto si puede asegurar tantas cosas sobre conspiraciones contra el Estado ¿Porqué no las denunció antes? ¿Porqué no denunció la trama contra el Parlamento nacional, entonces, cuando tocaba? ¿A quén pretende engañar, don Jordi?.

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