Que el Barcelona CF, es una entidad supranacional, nadie lo cuestiona. Despierta la atención futbolística de todos los pueblos y razas, como también ocurre con todas las sociedades deportivas de alto nivel. Desde el punto de vista local, hay una disputa enquistada en la política con el Real Madrid que aquí se traduce como oposición Cataluña-España. Es curioso, pero en cualquier lugarejo o parroquia de nuestro país hay aficiones a los dos colores, y a algún otro club, en el terreno propio del enfrentamiento deportivo; eso ocurre también en el Magreb, Portugal, Francia, América y en los mas lejanos lugares. El inmigrante en Catalunya siempre ha utilizado los colores azulgranas como una manera de integrarse en la nueva sociedad. Es un lengüaje común que rasea a aborigenes y extraños. Pero la política lo contamina todo y el Barça ha sido cogido por el toro del fanatismo con Joan Laporta. Por eso muchos han dejado de ser barcelonistas. Los peñistas y aficionados del resto de España, a pesar de ser más y de las dificultades propias de la lejanía, no cuentan para la directiva; son marginados e insultados y a las pruebas me remito. Se puede decir, que el President mas catalanista de la historia, es una especie de oráculo que domina la verdad, que posee toda la razón al contestar groseramente al Presidente de Junta de Extremadura llamándole imbécil reiteradamente y "barcelonista de mierda" cuando este sumisamente escribe "Visca el Barça", "Visca Catalunya" y "Visca España". No sé cuando, algunos incautos Y Fernández Varas no lo es, se caerán del caballo de Damasco; Laporta le arroyó vituperándole "¡Visca Catalunya y Terra Lliure", acusándole de querer aprovecharse de él. El Barcelona camina hacia la exclusión, siendo utilizado como arma contra todo lo que significa España. Efectivamente, imbécil el presidente de los extremeños e imbéciles, todos aquellos que no ven el peligro del nacionalismo catalán. No hay que olvidar que Laporta no es solo un logrero sino la consecuencia de un asedio con asalto a la institución, metódicamente organizado por Pujol. Y en esas estamos a la espera de que los imbéciles españoles reaccionen como aficionados ante tamaña tropelía, o asistirán pusilánimes al destrozo y arrinconamiento de todo el país, primando su esquizofrenía. Jan Laporta, que vé enemigos por doquier, acusa con el dedo a los españoles de querer desestabilizar el club, mientras sigue visitando peñas acompañado por Joan Puigcercós, arrimándose al Reagrupament de Carretero y haciéndole guiños a Mas. Y sigue en su salsa gritando su condición independentista cogiendo la pancarta en la manifestación independentista del pasado 11 de septiembre. Lo último es esa auditoria interna de control sobre su propia directiva, que le ha costado al club 56 mil eu y que ha supervisado su amigo personal y Director General del Barça, Joan Oliver "el gordo", ex-director general de la CCRTV, columnista del AVUI, famoso por aquellas declaraciones en las que consideraba como evidente "que todos los españoles son unos chorizos". Y lo dice él o ellos amos del feudo blaugrana?. El nepotismo, la corrupción, la confusión de intereses no para aquí viene de antigüo, utilizando para ello la caja del club a discrección; sabemos por la prensa que se han gastado 30 mil eu en vigilar a Rosell, posible alternativa al continuismo, que de todas maneras no deja de ser un catalanista moderado. Se hablan por estos mentideros de que toda la directiva tiene una tarjeta visa que económicamente cubre el Barça y de la cual se echa mano con liberalidad; el mismo Laporta el año pasado cargó unos 30 millones de ptas en gastos personales. En fin en el Barça conviven dos caras, "el seny" que representa Guardiola y su grupo deportivo, en línea con la historia de esa gran sociedad deportiva, y de otra la de los nacionalistas, la de sus directivos y capitostes de "la llotja", la de Jan, o la "rauxa" mas esperpéntica.
martes, 13 de octubre de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario