No cabe la menor duda de que cuando se monta una campaña que ponzoña las relaciones de Cataluña con el resto de España se perjudica seriamente el interés general. A veces se reduce el asunto a diferencias económicas, que no son las mas importantes, haciendo casos a las tesis nacionalistas mas retrógradas y de esta manera se dispara el interés animal de la ciudadanía. Se ha instalado, y se asume generalizadamente como artículo de fé, esa cantinela del expolio fiscal que sufre Cataluña del resto de España. La insidía ha bajado al nivel de acusar a las regiones mas desfavorecidas y a sus ciudadanos de vivir del cuento subvencionado, sobre las costillas del sufrido contribuyente catalán. O sea, que aquellas zonas de España que han facilitado lo mejor de su juventud a la explotación de la industria catalana, contribuyendo a esa riqueza reconocida y admirada por todos, son espetadas de vagancia endémica, y a los "nuevos catalanes" se les exige (estomagos agradecidos) en estos "tiempos modernos" la bajeza moral de acusar a sus origenes y a sus antepasados de vivir a costa de la región de acogida. Naturalmente buscan siempre una interpretación interesadas de las relaciones económicas interterritorioles, la crispación tavernaria, la ruptura de la solidaridad, rechazando de raiz la idea de que los territorios no cotizan sino las personas con sus circunstancias personales, iguales en los cuatro puntos cardinales, ante la Agencia Tributaria. En ningún punto de España he visto ese continuo reclamar, esa exigencia inversora de mejora de las infraestructuras, esa graciosa pretensión de traspaso de los bienes nacionales como ocurre en Cataluña, y cuando se cede se pasa a otra reivindicación, a otra cosa mariposa, siempre apurando el agravio. Ahora nos enteramos que la Autoridad Portuaria de Barcelona firmará en otoño el acuerdo para operar incluida en la red CYLOG, una red logística castellana de infraestructura, y en ese sentido firmará su presidente Jordi Valls un acuerdo en otoño con el Consejero de la Junta de Castilla y León, Antonio Silván. De esa manera al integrase en la red castellana el puerto de Barcelona aumentará su potencial de hinterland peninsular. Se organizará la conexión mejorando la terminal marítima de Zaragoza, destacando su papel como nexo de unión de mercancias del área logistica que ha conformado el gobierno de Castilla y León a través de un denominado corredor del Duero, enlazando Valladalid y las grandes ciudades castellanas con la potente capital maña. Una magnifica conexión ferroviaria para mercancias entre Barcelona (y otros puertos catalanes) y el centro de la Peninsula en donde se encuentra fábricas como las de Renault o Nissan potenciará la salida al mar a traves del Mediterraneo de los vehículos fabricados en esas factorias. Al parecer las autoridades politicas castellanas ya han visitado el puerto de Barcelona en alguna ocasión. Según dice el diario El Vigía publicacion de los puertos españoles, Cylog "establece un sistema de organizacion, diseño, gestión y funcionamiento en red de los enclaves logisticos de la Comunidad Autónoma, es una red tutelada por la Junta de Castilla-León que coordina el diseño y la construcción de la red de sus infraestructuras del transporte y la logística". Tienen previsto realizar actuaciones en una superficie total de 1.530 hectáreas, teniendo disponibles 57. En definitiva, Barcelona, Cataluña, hoy como siempre tiene como mejor futuro económico y social el cultivar e invertir, mejorando si cabe sus relaciones e interconexiones con el resto España. Los nacionalistas dan por sentado el hecho, pero ese balance en infraestructuras con España, o el balance comercial tan favorable para Cataluña, también cuenta. Es el factor del entendimiento de una gran nación.
jueves, 10 de julio de 2008
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