La guerra la tienen establecida también en los billetes de banco utilizados para difundir y deslindar fronteras en España y en Europa. Parecen originales realizando, lo que llaman campañas informativas, pero no lo son tanto. Eso lo hemos hecho, se ha realizado siempre, en otros contextos, cuando lo que dominaba era un poder dictatorial, un orden autoritario vigilado por una policia política que actuaba con una dureza extrema. Lo sorprendente es que estas cosas ocurran en un sistema democrático, en un Estado de derecho garantista de las libertades, que además al menos en Cataluña ostentan y controlan ellos, los nacionalistas, varios y unos. Pues sí, una pegatina en una cabina teléfonica señalando"esta empresa discrimina el catalán", otra que en seco amenaza "en catalán", pintadas imborrables en persianas metálicas de tiendas, una pintada por allá, un cartel pegado a un transformador eléctrico reclamando la independencia, enormes carteles fundidos a las fachadas de edificios (indestructibles) o en entradas de metro con la senyera de la estrella independentista. El Ayuntamiento persigue a los ciudadanos que contravienen "sus ordenanzas cívicas", un señor que tira la basura a deshora, otro que acuciado por la prostata se hace pis, aquel que aparca mal la bicicleta, etc. pero deja hacer a "sus jóvenes guardias rojos" que vigilan "los usos y costumbres" de la ciudadanía con total arbitrariedad, con contumacia inquisitorial e impunidad. Hoy me he llevado una sorpresa, cuando por razones de trabajo he sacado dinero de "La Caixa de Catalunya" y he contemplado asombrado entre otros, dos billetes de 500 eu con un estampillado en azul de "els països catalans" en un marco rectangular con la base "freedom for catalonia". ¿Casualidad? Ni pensarlo. Me los he tragado y lo he endosado posteriormente en otra entidad bancaria, actuando, impotente, como difusor del mensaje. Inmediatamente he pensado, alguien posee un tampón con ese grabado y se dedica a extenderlo usando billetes grandes, ¿quién puede ser?. Los trabajadores sencillos y corrientes, pobladores del extrarradio o de los barrios periféricos seguro que no, porque de esos billetes pocos ven, además es tal su valor que inspiran en ese medio un respeto sagrado al ciudadano que por un casual los posee. La impresión catalanista, mas bien, arranca de la propia entidad bancaria, de un empleado capitalista y patriota, de alguien que maneja mucho dinero. ¿Podría haber salido de las oficinas del Barça? ¿Las imprimen en las oficinas de CiU en la c/Córcega? Es el estilo del pujolismo, tienen afición (Pujol fué un mal banquero) pero señalar en estos casos equivale a errar, vale mas la generalizacion culposa en el magma político de la tribu, en esa complicidad tácita "mafiosa" de la clase política catalana. ¿Podría ser la propia dirección de la Caixa de Catalunya? Podría ser la segunda de las Cajas catalanas ya que a su cabeza está el famoso "espía" Narcis Serra, antiguo alcalde y vicepresidente y hoy en retiro, colocado en el cenit de la empresa financiera gracias a su militancia socialista-catalanista. Pero no, si hay que designar a un impulsor vayamos a lo directo, quién está detras de esta campaña es la Generalitat de Catalunya, el tripartito y el entorno soberanista. Las monedas sencillas, corren todas las fronteras de la CE, pero los billetes de 500 ¿que caminos siguen?. Hoy en día Europa es una comunidad global y el dinero circula por todas las arterias ¿a quién llegará esa propaganda? Es probable que el papel de valor, pase ante los ojos reflexivos de sesudos consejeros de empresas multinacionales, que levantaran la ceja interrogativa. El poder, el régimen pide ¡Libertad para Cataluña!, actuando con la deslealtad que vemos, pero quien se atreve a pedir ¡¡¡Libertad para los ciudadanos de Cataluña!!!. No hay respuesta, ni la esperamos, la respuesta vendrá si la elaboramos todos nosotros. En los mismos términos. Ya está bien.
martes, 22 de julio de 2008
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