La moción de censura del socio barcelonista Oriol Giralt es un terremoto que obliga a aterrizar en la realidad a los que rodean al actual Presidente del Barça y a la visión catalanista que ese señor representa. Los resultados, un 60,60% de votantes a favor de la censura, frente a un 37,75% contrarios a la misma, son lo suficientemente elocuentes del sentimiento general de la masa social blaugrana. Con Laporta, parecía como si el nacionalismo al fin, lograba un control definitivo de la entidad social mas importante de Cataluña. Un cúmulo de circunstancias, exógenas en su mayoría, pusieron en sus manos un equipo de fútbol deslumbrante, con deportistas unidos en el vestuario, ganador, innovador en la presión y fortaleza mental de sus miembros, modelo triunfador para España y en Europa, una cantera que daba geniales figuras, le supuso al indocumentado personaje apoyos en la grada y parabienes del entramado oligárgico catalán, convirtiendo al club en una plataforma instrumental de sus ideales independentistas. Por un lado atacaba a los Boixos nois, como elementos potencialmente peligrosos por su agresividad, perturbadores antideportivos de las buenas formas en el Estadio, y por el otro facilitaba la conversión de la consigna mas que un club en una realidad infiltrada con dosis de caballo de extremismo. En su etapa como Presidente hemos asistido a bochornos chulescos como el del Prat, a presiones proestatutarias, a espectaculos "amenizadores y formativos" tipo festivales falangistas de Educación y Descanso en donde se ha reivindicado desde Selecciones Deportivas, Derecho a decidir, "Els Països Catalans", etc. Ha llegado a presionar contractualmente a los jugadores, al entrenador a aprender la lengua de Pla. Se habían dicho muchas cosas sobre el futuro del President del Barça, una vez acabada esta etapa, los partidos políticos se lo disputaban, y se decía que laboraba para conseguir en el futuro la Presidencia de la Generalitat (consiguiendo ser el primer presidente de la República catalana independiente), de hecho su fuerza quedó demostrada en las pasadas elecciones al Parlament de Catalunya, almorzando con Mas, y almorzando con Montilla. Jan circulaba en otra galaxia, de mas peso y consistencia, era el relevo ganador del nacionalismo fetén. Con los malos resultados, y la mala gestión económica y deportiva, el abandono de miembros de su directiva, cuñado incluido, y sus espectaculares salidas de tono, cada vez mas ostentosas, personalistas, autoritarias y paternalistas (al loro), el porvenir de Laporta ha empezado a declinar y con él su modelo de entidad. Sintiendose rodeado de enemigos, ha gritado al terminar algunos actos "Visca Catalunya Lliure", como si se contraponiera al Barça, para él está ligado al nacionalismo, el interés espúreo de aquellos que se colocan al margen de esa ambición ocultando sus verdaderas intenciones. Es una fractura querida y consciente que podría acabar definitivamente con la entidad tal y como la conocemos, si se entiende que el futuro del Barcelona, como el de toda gran entidad deportiva está en la universalidad. Oriol Giral hizo la crítica mas portentosa en la rueda de prensa posterior a saberse los resultados tan favorables de la consulta contestando a Laporta, "Catalunya será libre o no lo será, eso no viene a cuento, de lo que tenemos que hablar es del club". Dias antes había dicho del Presidente que era un mentiroso, cuando le acusaba de agente de Sandro Rosell, en esa posición tan carácteristica de dictatorzuelo cuando se siente acosado y perseguido. Han participado 40.000 socios en un domingo de verano, diciendo mayoritariamente NO a Laporta. TV3 se aplicó a fondo en defensa de la participación, de la asistencia masiva, la prensa ennobleció la figura del Presidente en páginas de pago, etc. creyendo que a mas asistencia menos censura, ¿quien era Oriol Giralt?. Allá iban en peregrinación democrática a las urnas los Pujol, Mas y resto de patricios orientando el disciplinado voto fiel y llamando a la participación de los nacionalistas. Pero todos los esfuerzos fallaron. Notoria la desvergüenza de Joan Laporta en declaraciones posteriores arrogandose la representación de la mayoría silenciosa, como argumento de respaldo para seguir. Ni eso ni el mecanismo legal garantizan su futuro. No cayeron en la cuenta, no les convenia hacerlo, pensar que el barcelonismo es mucho más que raquítico nacionalismo, es encuentro y fusión, igualdad y acogida, integración voluntaria. Mejor que Laporta lo representaba revivido Nuñez que levantó su dedo acusador sobre la perdida de patrimonio del club, aunque eso no era lo importante. Los socios, representando a una afición que se desparrama por toda la peninsula (con muchísimas mas peñas fuera de Cataluña), se hizo presente y reclamó un nuevo protagonismo que devolviese sus derechos a la realidad. Ahora dicen que cuando Laporta les llama los nacionalistas no se ponen al teléfono. Si es verdad que le han vuelto la espalda, kaput Janitus.
miércoles, 9 de julio de 2008
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1 comentario:
He observado tanto en Periódicos (de tirada catalana) como en los canales Autonómicos que la Moción de Censura al señor Laporta era el gran titular.........para toda esta pleyade el resto de problemas sociales y económicos no deben de existir.
Además de la falta de respeto a los socios no-catalanes,que son miles por toda la geografía,por el empeño de politizar el Deporte (en este caso el futbol).
Que gran golpe deben haber sufrido en su orgullo rural y primitivo con la consecución de la Copa de Europa de nuestra SELECCIÓN.
De verdad te digo que no me importaría una "selección catalana" en todas las disciplinas de deportes,pero eso si,antes que fueran expulsados de todas las ligas y competiciones de ámbito estatal,sobre todo la liga profesional de futbol.Sería muy bueno ver como el Barça juega contra el LLeida,Mataró,etc y hasta que punto perderían socios y esponsor.Te aseguro que se les quitarían todas las ganas de politizar la competición..........
Un saludo.Xurde Rocamundi
http://ciutadansarenys.blogspot.com/
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