Como no podía ser menos, el último Comité Federal del PSOE ha dado carta blanca a Zapatero para formar gobierno, establecer alianzas y aplicar "su programa electoral". Rodeado de incondicionales ha recibido un baño de adhesiones del grupo dirigente socialista, que le dan carta blanca para hacer lo que quiera. Montilla, igual que Chaves ejemplifican esas posiciones, aunque uno y otro le recuerdan la aportación de las Comunidades respectivas a su triunfo. Pero, sin excesos, hoy por hoy todos adoran al lider. Zapatero el Grande, agotado, delegando las funciones diarias, se ha refugiado en Doñana para meditar, y mientras la Ejecutiva Federal comienza a mover los hilos estudiando las diferentes posibilidades que les dá el triunfo electoral del pasado 9 de marzo. Zapatero, político en el peor sentido de la palabra, se dirige al ciudadano común y corriente expresando con "mucho talante", que quiere ser el Presidente de todos, de los 11 millones que le han votado y de los otros que no lo han hecho, poniendo en valor su capacidad de dialogo y de entendimiento, consensuando temas fundamentales para el proyecto constitucional común. Alucino, cuando nos habla "del interés general" por encima del interés de partido y su voluntad de gobernar en nombre de todos para todos. Zapatero, enarca la ceja y nos guiña el ojo ofreciéndonos credibilidad y compromiso. Impresionante, algunos seguimos pensando lo acostumbrado, "el que le conozca le compre". Pobres militantes socialistas y pobres votantes socialistas, pobres de todos nosotros. Porque esa historia ya la conocemos desde el principio, estamos convencidos en que se repetirá. Inmediatamente, mientras nuestro ZP se aupa al altar de las televisiones, recibiendo todo tipo de enhorabuenas y felicitaciones, la tropa que le sigue ha iniciado una campaña radical de acoso y derribo del principal partido de la oposición. He oido, en multitud de debates, dicho sin rubor, carcajeantemente por medios periodísticos afines a los socialistas, que lo que tiene que hacer el PP es una revisión general de su programa y maneras de hacer política. Esos mismos agentes del orden socialista, sumisos ante el patrón, incapaces de hacerle la menor observación crítica, comienzan a vender la moto de que lo que tiene que hacer el PP es abandonar esas "posiciones de extrema derecha", "posiciones neofranquistas" y "nacionalistas españolas", "centralistas" y "antiautonomistas", que en la radio defende la COPE, en la prensa EL MUNDO, y algún otro medio menor. Estan metidos en una campaña implacable, necesitando aplastar, crear un erial acrítico en donde crezcan esos cardos borriqueros que representan LA SER, EL PERIODICO o EL PAIS, en donde habiten los escorpiones dominantes. Si consiguieran una información plana, coloreada con los medios nacionalistas tan estimulantes, llegariamos al sueño denunciado por Huxley del "mundo feliz". Ver a personajes como Xavier Vidal Foch, subdirector de el Pais, mostrando su adoración a nuestro invicto lider, y aconsejando a la oposición rebajar sus posiciones reaccionarias, resulta vomitivo. El señor Vidal, del que creo si no estoy equivocado un señor de Barcelona, de casa bien de toda la vida, inmensa en superficie, con salones verde, azul, beig, ... plena de criados, con todos sus hermanos al servicio y en defensa de los gobiernos socialistas de turno aparece como el representante ideológico de "la clase trabajadora" descamisada y sociológicamente dominante. Patético. Y si estos señores atiborrados de honor y prestigio por todo el país y subvencionados abundamente en la corte de los milagros catalana piensa eso de los peperos, qué pueden pensar de grupos como C`s, o UPyD, que tienen como seña de identidad un antinacionalismo radical. Imaginense ustedes que pensarán. En terminos de exterminio, sin duda. Y dicen que los socialistas actúan en defensa del interés general. En interés general se hizo el holocausto, o eso decían. Habrase visto.
domingo, 16 de marzo de 2008
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