domingo, 2 de marzo de 2008

Un afiliado es un ciudadano

Para mí existe una diferencia entre la opinión personal y la obediencia al grupo. Uno es libre porque vive sus propias circustancias, porque puede opinar y elegir de forma independiente, porque tiene una formación fraguada en mil historias y oportunidades, porque tiene unas relaciones, amistades, un entorno familiar, determinado absolutamente intrasferible. Es el ser en sí mismo, la huella digital o el iris de los ojos que nos identifica. Pertenecer al grupo, es otra cosa, es en parte trasmutarse cada dia, cada minuto, convirtiendonos en seres humanos adultos, haciendo elesfuerzo de bajar desde la animalidad hacia la vida. desde el árbol simiesco al suelo, al árbol de la vida, contactando con la razón acumulada, con las ideas, con el conocimiento y con la historia. Asi hemos llegado a saber algo del mundo, de sus miserias y virtudes, de sus avances y retrocesos, de sus contradicciones. A las propias señas de identidad llegamos a través de diferentes formas de agrupamiento y de relación con la autorganización social. El exponente superior de la libertad individual y su relación con el grupo con mayúsculas, superada la bestialidad, el nomadismo, la esclavitud y la servidumbre, está en la discrecionalidad asociativa de los humanos que en ese paritorio de la historia, que inauguramos moderna y modestamente los españoles, alumbrando una nación admirable, inaugurando una raíz común, una nacionalidad grupal española. Es nuestra forma de negociar con el mundo. Desde España estamos en Europa y nos globalizamos continentalmente, avanzando hacia formas superiores de organización política, social y económica. El proceso ha sido dificil, porque como avance histórico ha tenido sus altos y bajos. El absolutismo, la tiranía, las dictaduras, el totalitarismo, la arbitrariedad, el franquismo no casan con la libertad. En ese sentido el nacionalismo es un concepto restrictivo utilizado por todo tipo de rufianes contra España y los españoles. El orgullo de ser español tiene su grandeza en sus constituciones liberales, de las cuales se destacan la de Cádiz, "la pepa" y la del 78. Es la Constitución, Tablas de la Ley, la que nos garantiza derechos y libertades a los españoles. El tiempo, nada inmutable, puede incluso exigir su reforma progresiva que ayude en encontrar nuevas formas de convivencia, avanzado en ideas de igualdad o puede que disolviendose a favor de globalizaciones superiores, el tiempo lo dirá, lo que no puede es romper el hilo del entendimiento inicial que llevó a los ciudadanos españoles al entendimiento constitucional. Contra el Estado constitucional y democrático se alza la traición o deslealtad nacionalista, en esa vuelta al pasado que se apoya en los entresijos constitucionales para acabar curiosamente con la propia Constitución que les permite organizarse y financiarse. Es un goteo permanente, dominando y controlando a la opinión pública, que persigue el agotamiento del Estado y el encanallamiento de los partidos políticos tradicionales, protagonistas constitucionales, con las herramientas de los partidos localistas, en ocasiones contra los derechos consitucionales de la mayoría de los ciudadanos. Si antes habia que elegir entre franquismo o dictadura y democracia o libertad, hoy nos vemos abocados a escoger de nuevo entre el nacionalismo regional, basado en la fractura y el desconocimiento del Estado constitucional, y la democracía o libertad que nos garantiza la Constitución del 78. El nacionalismo, es decir, el regreso a un mítico o supuesto pasado medieval o prehistórico, la reacción, se alza hoy contra el futuro común, contra el colecivismo en el avance de la proyección humana, contra la ciencia histórica, contra el progreso. El aventurerismo, el oportunismo, la intolerancia mas o menos radical y excluyente, ha sentado sus reales desde el principio en Cataluña, esta zona del país tan querida por sus ciudadanos, a veces acomplejados por sentirse tan españoles y catalanistas como el que mas, otra cosa es que nos dieramos cuenta de ellos, de sus verdaderas intenciones en su momento, aunque al final a punto de ser excluidos, forzados si se quiere, nos hayamos dado cuenta de nuestra autentica situación. Contra ese nuevo proyecto nacionalista de una Cataluña mítica y antiespañola, xenófoba y excluyente, ocultadora de su auténtida personalidad, cosmopolita y culturalemente compleja, se alzó en hito histórico C's, y en ello estamos personas que en nuestra sociedad son extrañas, bichos raros. El objetivo es incidir en la realidad social, para transformarla, para cambiarla. C's, un movimiento y un partido de nuevo tipo que al encontrar un espacio propio, puede crecer y ensanchar la esperanza de la ciudadanía, son ideas que se comparten transformandose en ideaspara la acción. La opinión personal se modula en función de los acuerdos, programa y estatutos de la Organización. Ante esta nueva forma de agruparse, las opiniones personales del momento, y mas si en la ocasión lo que cabe es la acción del grupo, a veces es mejor callarlas en los foros de participación. La crítica si se aporta al grupo hay que hacerla en sentido constructivo, de pleno si se quiere, pero cuidadosa, evitando la desmovilización y el desaliento. Mas allá es peligroso, puede destruirte y conducirte al individualismo mas radical, al agotamiento y al desaliento.

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