miércoles, 2 de abril de 2008

Asturias, patria querida

Recientemente la prensa ha informado del cierre de la mina "La Camocha" en Asturias. Solo quedan en sus galerias unos cuantos mineros dedicados a cegarlas. Esta mina que comenzó a explotarse en 1930 en una zona un poco alejada de las grandes cuencas mineras del Principado estaba destinada a hacer historia. En ella, dicen que nace CCOO en 1957 al elegir los trabajadores en forma asamblearia los primeros Comités Obreros que al presentarse a las elecciones al Sindicato Vertical (ridiculo y absolutamente desprestigiado) copan la mayoría de los puestos del entonces llamado Sindicato del Combustible. Los mineros dieron sentido a la Organización, porque con su característica sequedad contestaban a las preguntas de la dirección de la mina siempre la misma frase "pregunten a la Comisión" . Los mineros comenzaron a tomar conciencia de su fuerza al debatir entre ellos y apoyar una plataforma reivindicativa que pedía entre otras cosas un trato especial para los silicóticos asignándoles determinados puestos de trabajo, reducción de jornada para los que trabajaban en galerías inundadas y mejora de las condiciones de trabajo. Cuando la Comisión fué recibida por la Dirección de la mina, 1.500 mineros les apoyaron parando sus actividades, consiguiendo con ello sin mayores altercados varias de las peticiones presentadas. El ejemplo cundió por toda Asturias y de aquí al resto de España, transformando la anecdota en categoría, avanzando desde unos incipientes intentos de organización, autonoma, a un movimiento socio-político único, una experiencia sindical enriquecedora que heredaba lo mejor de las tradiciones cenetistas y ugetistas (UHP). Nada que ver con lo que conocemos ahora de CCOO. Ese movimiento que arrastraba a trabajadores de distintos pensamientos y creencias, a pesar de los intentos del Sindicato Vertical (CNS) por controlarlo, que al principio parecía haber conseguido se le escapó finalmente de las manos, convirtiéndo sus movilizaciones y actividades en una continua preocupación para el Régimen. Otras huelgas mineras en el 57, y otras mas en el 62 y 63, con unas comisiones mas consolidadas en toda la minería asturiana, levantaron olas de solidaridad en toda España, ayudándose unos trabajadores a otros de todas las maneras imaginables. La represión que siguió fué feroz y encarnizada, apareciendo por Asturias unidades especiales de la Guardia Civil de entonces, originandose numerosos despedidos y encarcelados, pero a pesar de todo siguió aumentando la presión minera. Asturias era indomable. Hay una canción asturiana que dice "la mina de la Camocha, dice que va baxu el mar, que por eso los mineros oyen les oles bramar"(y les da carácter). Lo que los jóvenes no saben, pero los que hemos vivido la experiencia si sabemos es que la juventud de entonces, durante lo que fué una negra noche franquista gritaba en sus reuniones, esa canción "revolucionaria" tan conocida "Asturias, patria querida, Asturias de mis amores, Quién estuviera en Asturias, En todas las ocasiones........". La gente popularizo la melodia, la transformó en un himno de rebeldía en solidaridad con una causa, la de los mineros, no habia otra manera. Eran tiempos de lucha por la democracía, por los derechos sindicales, por la libertad. Ahora la Camocha ha llegado a su final como empresa minera , y la noticia nos llega a oscuras, sin celebraciones, ni homenajes. Hay que olvidar. Pero no lo será, ni puede serlo, para los que adivinamos peligros repetidos en el nuevo Régimen de Taifas, llamado progre y socialista. Es por eso, que ahora y siempre, tenemos que entonar el "Asturias patria querida", un himno a la solidaridad y a la unidad de todos los trabajadores de España.




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