Para mucha gente los tiempos pasados, pasados son. Fué una etapa triste que ha quedado en manos de los historiadores o de los recuerdos de nuestros ancianos. No hay equivalencias entre la clase política actual y el Régimen autoritario anterior, como si existiese una continuidad política del ayer en el hoy. Después del hariquiri de las Cortes franquistas, caminando desde la legalidad a la legalidad, se pasó a la situación actual tranquilamente, sin que se alterasen los poderes fácticos del Estado autoritario. Ejemplar la llamada Transición hacia la democracia en España, por la que apostó la monarquía juancarlista siguiendo las palabras de su antepasado felón "caminemos todos juntos, y yo el primero, por la senda constitucional". La amnistia, la vuelta de los exiliados y la aprobación de la Constitución del 78 suponen un punto y aparte en la historia de nuestro pais. Fué un salto adelante, un cambio radical que llevaba al encuentro de todas las Españas en un proyecto de convivencia común. Saliemos beneficiados todos, pero desde la optica de las ideas los ganadores se situaban en la izquierda combatiente que desde finales de los 50 ya avanzaba en la politica de reconciliación nacional. Por eso sorprende, el esfuerzo que hace la llamada nueva izquierda de EL PAIS o EL PERIODICO, que ejerce el poder, de la forma tan pecualiar con que lo ejerce ZP, en reproducir los esquemas del enfrentamiento civil, que hablan de viejas luchas a muerte entre adversarios en los principio del siglo XX, esquemas del pasado que hoy están muertos y enterrados junto al templo constitucional de la democracia conquistada. Asombra desde luego, que la derecha democrática, que en estas pasadas elecciones del 9 de marzo, ha contado con el nada despreciable respaldo de mas de 10 millones de electores, se sienta aludida por esas imputaciones, y anuncie un cambio de rumbo estratégico, remozando sus cuadros, anunciándolo como una necesaria renovación generacional, pero en realidad, abriendo el cajón de sastre del desplazamiento a la segunda división de los cuadros de primera que casi llevan al partido a ganar la liga, arinconando a personas que han dirigido hasta aquí el Partido, el debate parlamentario, la movilización ciudadana en defensa de la Constitución, levantandose sobre las dificultades del 11 de marzo, combatiendo además contra todas las fuerzas parlamentarias que sin aceptar sus razones le han boicoteado cualquier iniciativa, en la negociación con ETA, en la política liquidacionista de ZP con el Estatut, personas de gran prestigio, y este desplazamiento del equipo dirigente popular lo hace personalmente Rajoy, que designa dedocráticamente a los "jefes departamentales" en el Parlamento y sus Comisiones, no en base al mérito contraido sino en gracia a la amistad o fidelidad personal. Con esa medida tan personal se rompen os equilibrios interiores y anuncia graves problemas internos. Ese comportamiento de Rajoy, si resulta a la postre autoritariamente franquista. Las acusaciones (que forman parte de una determinada estrategia política), llamándoles de continuo fachas y franquistas, insistiendo en los cuadros del PP mas conocidos (y mas solventes), hoy defenestrados, (y de rebote como de pasada acusando a toda la militancia ), de los socialistas, secundados por sus consortes nacionalistas, especialmente en Cataluña, han hecho pupita entre una masa dirigente escasamente preparada para afrontar un combate político a cara de perro como el que se avecina en esta proxima legislatura. Rajoy que encabeza al grupo, se pregunta sobre la parte de verdad que se esconde tras las palabras de sus adversarios, justificando medidas quirúrgicas que les permitan penetrar electoralmente en los feudos nacionalistas, y crecer. Creen a pié juntillas en el cambio tranquilo de formas, alejados del ring permanente, porque para ellos es connatural la armonia y calma chica del buen rollo parlamentario, consistente en el razonamiento lógico y la receptabilidad constructiva entre personas de buena fé, atraeran al electorado nacionalista y socialista resposable. Es mas, muy moderados y centrados, comenzaran a recibir nuevos afiliados de esos lugares. La consigna es revestir las palabras de buen rollo. Los conservadores, salvo contadas excepciones, eluden el insulto y la intromisión en la vida interna de los otros, cosas de la buena educación, con lo que empiezan el combate en el suelo del cuadrilatero, porque la cruda realidad de la vida política española nos dicen que quien gana es el marrullero que emplea los métodos mas bajos y despreciables. Todo eso ha originado una especie de cansancio de la lucha frontal en la pasada legislatura, cansancio del lider de los que la han llevado adelante todos ellos políticos de altura dentro del PP, como Eduardo Zaplana, Angel Aceves, repitiendose la historia de lo que pasó en su momento con la exclusión y alejamiento de Alejo Vidal Quadras de la primera linea de combate en Cataluña, cuando Aznar hablaba en catalán intimamente con Pujol en el Majestic. Algunos estrategas peperos consideran que estan en el techo electoral, con unos resultados excelentes el pasado 9 de marzo en toda España, pero hay un caudal inagotable de votantes socialistas en Cataluña y Andalucia que les hace la puñeta, que desequilibran los buenos resultados. Según Rajoy "el pacte del Tinell" en Cataluña, se hizo no contra Rajoy o Piqué, sino contra Aznar y los pesos pesados antes mencionados, que son acusados de aznaristas radicales e incultos, anticatalanistas ignorantes que propician el separatismo y el enfrentamiento, haciéndolo además por conveniencia para lograr réditos en el resto de Epaña, el el juego de la crispación, (curiosa acusación de los victimarios sobre su victima principal), de la permanente agitación. Tanto insistir, que al final resulta que los socialistas aparecen como triunfadores por partida doble, ganan electoralmente y aparentemente dividen al contrincante. El nombramiento de Soraya Diez de Santamaria, una niñata todo sonrisas, como portavoz del Grupo Popular, es la espoleta retardada, que puede hacer estallar al PP en el Congreso de Junio por los aires. Ahora resulta que los personajes mas políticos, los mas avezados, los que han colocado o mantenido al PP en el lugar que ocupa, los que tienen preparación para derrotar a los zapateristas, son los culpables de la dulce derrota de Rajoy, el cual a cambio, inocente, se apunta todos los méritos del éxito. La cosa es clara, miserablemente el dirigente del Partido Popular acusa a los llamados "duros", de permitir que Rosa Diez, saliera en la televisión madrileña de Esperanza Aguirre (otra que para muchos es primerísima figura del PP), restándole un determinado número de votos. Son los mismos, caso del ex, Piqué, en Cataluña, que se plañían por los apoyos de ciertos medios en los últimos tiempos a C's, que les habían restado votos. Quieren fidelidad espartana, seguimiento legionario a los intereses del Caudillo Rajoy. Es gente que no admite, que Zaplana se acerque a Ciutadans, para incluirlos en sus listas garantizándoles grupo propio (lo que sí posibilita mas votos futuros y credibilidad), aunque la operación se frustase por deseo virginal de mantenerse en el centro del centro de C's. Resulta que estos señoritos del PP, tipo Ruiz Gallardón o D. Manuel Fraga, son los elementos moderados que les abrirán las arcas electorales ocultas en el Oasis de la familia Pujol. Patétito. Arrastrandose, lograrán perdonarse las virtudes ocultas en sus zurrones. Duros tiempos, que abren posibilidades al juego político de las fuerzas emergentes. Beneficiaria puede ser, Rosa Diez, a la cual los socialistas quieren hundir en el grupo mixto, bueno sería que los populares tomaran nota (visto el chanchulleo socialista en el grupo mixto), y le prestase unos diputados para que formara grupo. Eso si es una inversión a medio plazo y una medida de saneamiento de la política. Entonces los socialistas se pondrían a temblar. No caerá esa breva.
viernes, 4 de abril de 2008
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