En el recinto donde se celebró el famoso Forum de las Culturas (un invento del sector maragalliano, dicho para dinamizar la economía local, pero de hecho para diferenciar a Cataluña como hecho cultural) se viene celebrando la Feria de Abril de Cataluña que organiza la FECAC, esa agrupación de entidades andaluzas que encabeza Francisco García Prieto, personaje por tantas razones discutible. Si se tiene en cuenta que la fiesta está subvencionada por la Generalitat de Catalunya, la Junta de Andalucia, el Ayuntamiento de Barcelona y el de Sant Adrià del Besós, amén de una serie de entidades próximas a la organización, nos podemos hacer una idea del fondo ideológico dominante. Quedan lejos aquellas celebraciones de Barberá del Vallés, Can Zam en Sta. Coloma de Gramanet o las primeras de Sant Adría, que se quitaban de encima cual patata caliente y a las primeras de cambio las autoridades, y en donde los asistentes eran enjaulados en un gran ghetto que ofrecía en un descampado el ayuntamiento respectivo, enharinandose con el polvo de las explanadas, tostandose al sol sin refugios a la vista, se enfangaban de barro en los días de lluvia e inhalaban directamente las pestilencias que arrojaba el alcantarillado muncipal junto al real de la fiesta, pero aún hoy a pesar de los espacios físicos del Forum ofrecidos a los organizadores, si escarbamos en el fondo de lo que pretende ser una manifestación cultural (de la que dicen los de la FECAC con fingido orgullo que es mas importante que las mas importantes ferias andaluzas), encontramos de nuevo el ghetto de una buena porción de ciudadanos catalanes de raíz andaluza, que ven reducida su personalidad a la superficialidad, a la reiteración del tópico de la castañuela y a la vulgaridad mas descarnada, resultando por tanto muy dura la existencia cotidiana de aquellos que se sienten, por serlo, marginados en su condición de andaluces y españoles en esta tierra extraña al sur que está reconstruyendo el sectarismo catalán. No sé, quizá el 70% de la superficie concedida a la FECAC, la tienen contratada feriantes trashumantes (de estos pueblos) que ofrecen simulacros de frituras y productos andaluces a precios astronómicos en restaurantes o casetas idéntidas unas a otras. Una caseta principal para la Fecac (que es la que marca tendencia) y una serie de entoldados (la mayoría subvencionados por autoridades socialistas de distrito) que han montado hermandades del cinturón barcelonés. Y aunque no he visto buenos carteles de toros, ni desfilar calesas con bellas mujeres, ni famosos, ni caballistas, ni productos auténticos de la tierra. A mi me ha parecido original la humildad del recinto de la agrupación de los gitanos de la Mina. En esa falsa representación andaluza falta la singularidad de la mayoría de provincias andaluzas (que tienen casa regional en Barcelona) y de otras entidades regionales españolas. Todas las hemandades catalanes han reducido su espectro musical a "la sevillana rociera almonteña", que es la del occidente la mas occidental de Andalucia, contradiciendo la realidad ya que como todo el mundo sabe la inmigración a Cataluña se nutre fundamentalmente de los habitantes de las provincias orientales, o sea, Granada, Córdoba, Jaén y Almería. Lo dicho, me parece un simulacro de la auténtica realidad sociológica, la feria es, por tanto, lo que piensan las autoridades que debe ser. Y a ello se presta graciosamente el Sr. García Prieto. Se pierde también en la distancia de los tiempos de la transición el recuerdo de la Andaluña (el mito de la mezcla, del enriquecimiento de la suma y de la resultante conjunta), ahora cada uno está colocado en su sitio. La cultura de acogida elimina mediante la penetración obligada a la de llegada, por orden gubernativa y bajo sanción. Ese significado de guetto final, ha sido concebido para el futuro de la Fiesta por las autoridades y tiene su expresión en la llamada ampliación de este año de la Feria de Abril, incorporando una gran caseta marroquí (en donde en una pancarta con agradecimiento religioso incluido se saluda el 27 (?) aniversario de la Feria y otros entoldados latinos). La Feria de Abril, queda así reducida a una gran fiesta de la inmigración en su conjunto, lo cual implica agradecimiento y sometimiento, por razones económicas obvias y por el carácter de los movimiento migratorios actuales, a la nación o micronación políticamente dominante. Punto y aparte es la presencia de los partidos políticos en la Fiesta, C's, tiene una presencia con pancarta de lunares, en una especie de bar de tapas, en la parte latina de la Feria que es la derecha del Real, en la parte contraria, es decir, entrando por la izquierda se alienan PP, PSC (dos figuras de caballos jerezanos se arquean en la entrada del recinto), UGT (enfrente), CDC (con macetas de jeranios) y Unió (el partido de Duran i Lleida, marca la entrada con azulejos tipidamente catalanes) y junto a los lavabos los comunistas del PSUC viu. Una de las cosas que despiertan mi curiosidad, es la lectura en castellano (a pesar de los delatores lingüisticos y la normativa estatutaria) de la carta de tapas y comidas en stands de los dos partidos nacionalistas (cada uno, curiosamente, en caseta propia), tortilla española, jamón ibérico, queso manchego, pulpo gallego, etc. ¡Ozú señores, qué grasia! Porqué será el que es?
domingo, 27 de abril de 2008
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