Si se viaja hacia el sur siguiendo la costa y por la autovia del Mediterraneo hasta la profunda Andalucia se contempla un cambio de paisaje progresivo desde la abundancia del norte a la escasez del desierto almeriense. Atravesamos dos Españas de climas diferentes según los clásicos, pasando de la España Húmeda a la Seca. Cualquier persona mínimamente inteligente, entiende que con la dificultad mejora su capacidad para adaptarse al medio hostil, por lo que se puede decir sin errar que en la travesía hacia el sur, cambia la valoración del llamado liquido elemento, creciendo de menos a mas, es decir aparece una verdadera cultura ciudadana del agua. Caminas hacia el sur y ves como progresivamente desaparece el sector industrial, siendo sustituido por el sector primario o agricola. Es una cosa compleja, pero fácil de entender, ocurre así, la agricultura es intrinseca al sur. En esta Semana Santa he recorrido el trayecto por carretera, admirando como siempre las comarcas valencianas y su riquísima huerta (que está establecida desde mas de 1000 años organizandose los huertanos como comunidad de regantes) con su Tribunal de las Aguas, que se reune regularmente terciando en los conflictos, con guardas jurados vigilantes del cumplimiento de sus sentencias, penalizando a aquellos agricultores que hacen mal uso del servicio del agua. En ese viaje en Murcia hice una parada para estirar las piernas, admirando una huerta, que como sabeis tiene una red de canales que cubre toda la vega, pozos, un sistema de regadío que en algunos casos regenera aguas fecales y que se proyecta en nuestro tiempo desde época romana. Toda Murcia, puentes sobre el Segura, Ayuntamiento, plazas, estación de ferrocarril, entidades cívicas y sociales, cuentan con una pancarta igual casi siempre (que por cierto ya habia visto en poblaciones valencianas) en la fachada de todos los edificios que reza "AGUA PARA TODOS" (es una cuenca y una huerta que sufre una escasez dramática con unas reservas embalsadas al 18,4% de su capacidad). En Murcia, para mí con el tomate, el pimiento y el pimenton, es una región que sabe a limonero. Sigues por la rica vega de Lorca generadora tradicionalmene de varias cosechas anuales. En la provincia de Almeria, todo sorprende, la luminosidad del cielo, el desierto y la actividad agricola de unas gentes increiblemente emprendedoras. ¿Como entender el bosque de olivos de Tabernas, regados gota a gota? que han convertido esas comarcas de cine en las productoras del mejor aceite del mundo. Y si sigues por el medio dia, el mar de invernaderos y las industrias agrícolas cubren todo el paisaje mineral (en donde por no verse no se vé una triste chumbera). Emigrantes alpujarreños, con una sabiduría acumulada de siglos, bajaron hace cuarena años de la sierra para colonizar el desierto costero poblado de salinas, marcando la tierra, arrojando abonos, guijarros, tierras y semillas, en determinadas proporciones, facilitando un drenaje desconocido a la poca agua existente. Y después cubrieron los bancales con plásticos, creando un clima eternamente tropical que mejoró los resultados de forma exponencial. Y mas adelante sigue la costa tropical, llena de productos exóticos. A estas gentes acostumbradas a convivir con la sed, a reservar el agua en aljibes, en cántaros, a recogerla en pozos, a sufrir restricciones en el suministro se han dirigido durante años, y muy especialmente en los últimos meses las autoridades catalanes en plan supuestamente paternalista (Maragall como ejemplo), aconsejándoles tomar decisiones que controlen la excesiva producción agrícola, y el despilfarro, a restringir el desarrollo (en algunos casos incipiente) turístico, campos de golf, urbanizaciones, a vigilar el consumo en algunos caserios de agua potabilizada, asegurando la autosuficiencia humana. Evitar el despilfarro, aprendiendo de las disposiciones ecofluviales catalanas. Naturalmente se cubria electoralmente acusando a los necesitados, poniendoles delante de los ojos puras fantasías. La verdad estaba en el pasado. Creo que como fruto histórico del pensamiento reformista tipo Joaquin Costa (educación y pan), en la transición e impulsado desde la izquierda surgió la necesidad de madurar un Plan Hidrológico Nacional que pusiera fin a los tradicionales desequilibrios de las cuencas, racionalizando lo existente en beneficio de todos. Barcelona necesitaba agua (y las canalizaciones que atendían a Tarragona debian prolongarse al cinturón metropolitano), y también, increiblemente, muchos pueblos de Aragón necesitaban agua para el consumo humano sobre todo en epoca estival (incluso en la cabecera de sus caudalosos rios) y naturalmente era necesaria el agua para el aluvión humano levantino con una agricultura de vanguardia (de bajo consumo) y una potencia de desarrollo muy superior a la del interior. Al final el PP en el poder (casualidad historica) puso en marcha un Plan Hidrológico consesuando, consistente en aprovechar 1000 hm3 de los 14000 que el Ebro arroja al mar. Entonces desde Cataluña se puso en marcha el Pensamiento único nacionalista, basicamente antiespañol, que vió la decisión como una afrenta un atentado a la nación catalana. Habia que decir no, decir no porque había elecciones y la propuesta la hacía el PP, decir no, porque los beneficiarios eran fundamentalmente autonomias gobernadas por el PP, decir no porque eso aumentaría las distancias arrancadas por otras comarcas agricolas dominadoras y las propias, decir no, porque es otro expolio de otro bien nacional, parecido al fiscal y otros que sufren siempre los catalanes de parte de los malvados españoles, decir no porque los pobres no tienen derecho a vivir. Para ciertas autonomías especialmente esquilmadas por la despoblación, como la aragonesa, sus autoridades se han especializado en desarrolar los bajos instintos ancestrales, avivando esa visión totemica, prehistorica, mitica del agua, tan primaria que es irreductible en cuanto a la exclusividad de la posesion del agua como palanca de desarrollo regional, todo ello apoyado en los intereses espúreos de la insolidaridad campesina. Algo parecido ocurre en el Baix Ebre-Montsiá con el Delta, que viene creciendo varios metros al año a cuenta del limo que arrastra el rio, extendiendose el cultivo del arroz hasta la desembocadura (y el arroz necesita inundarse de agua para que la planta tenga éxito) y las hectareas de cultivo se extienden mas y mas. Estas zonas viven con preocupación la competencia insuperable del sur. Consideran el agua como un lujo asiatico que se pueden permitir. Es por eso que asistimos a las insólitas inundaciones de Zaragoza, sin que sus políticos muevan ficha, desbordandose el rio (que es íbero absolutamente), causando destrozos y arrasando cosechas. El Ebro transcurre con todo su poderio amenazando a los aragoneses de la ribera, que quizá por eso le dedican sus viriles danzas. Vemos también las inundaciones en los campos de maiz, cebada o alfalfa o remolacha, de forma descontrolada en los campos aragoneses y catalanes, el riego por aspersion durante horas y horas con enormes armatostes metálicos que arrojan potentes chorros en derredor, la inundación de campos de hortalizas. El Estatuto aragonés, con todo su poderío micronacionalista (recoge la Vanguardia) reserva 6.550 Hm3, para el consumo regional, y en ese sentido pretende un atentado ecológico en los Monegros tan cacareado, que cambiará el declive tradicional de la comunidad, creando una especie de paraiso Malibú, con casinos, hoteles, en donde luzca el alma aragonesa, que al final será "el agua aragonesa". El tripartito catalanista aupó a ZP al poder, gracias también a la demagogía del agua, y a una campaña movilizadora no menos demagógica (el simbolo un nudo en un conducto) colocando como alternativa social, una solucion kibuz, las desalinizadoras frente a los trasvases de agua, poniendo en marcha algunos proyectos de instalaciones de ese tipo en todo el litoral, y en Cataluña también (en Cunit, el Prat y Tordera). Resulta por ello paradógica y contradictoria la propuesta de la Conselleria de Medi Ambient, de trasvase del Ebro (via Segre) al área de Barcelona puesto que eso desmiente algo que es un postulado incorporado al bagaje ideológico del tripartito. Y estamos de nuevo en el torbellino de la ineficacia y del escandalo. Ahora resulta que el no es si, pero condicionado. Descubrimos también que las desalinizadoras catalanas promovidas por la Generalitat llevan un retraso de meses respecto a otras, viéndose el Govern obligado a defender "ese trasvase momentaneo", como algo coyuntural y de emergencia nacional que garantice a los ciudadanos el consumo de boca. La imprevisión es absoluta. Los políticos montillanos juegan con el fuego de sus propios embustes ante los politicos zapateriles que son otro tanto de lo mismo. Cómo la Fernandez de la Vega que se ha partido el cobre en Valencia contra los trasvases defendiendo el NO, saliendo escalabrada por cierto, puede defender el SI, o sea, un trasvase hacia Barcelona, vista la necesidad de sus correligionarios. Imposible. Y mientras en parte de Cataluña (no en la correspondiente a la cuenta del Ebro) se vive una situación parecida a lo eternamente normal del mediterraneo (con unas reservas ligeramente superiores a los 20 Hm3), a cuyos habitantes se les acusaba no hace tanto de despilfarradores e ignorantes en el control del consumo del agua, cambiada la moneda se levantan todas las alarmas ante esa situación de "peligro y alarma nacional" de falta de agua en Cataluña. Pero la vida sigue y los agricultores levantinos y sureños, siguen trabajando e inundan las autopistas en largas caravanas de camiones que recorren la peninsula y Europa con sus ricos productos, controlan las alhondigas y las Mercaciudades, el transporte, pactan con las grandes superficies. Si salimos del Oasis, asombran los modernos laboratorios con los que se han dotado, en donde se investigan especies diversas de naranjas o tomates, pimientos o cebollas, mezclando colores y sabores, volumenes en todo tipo de frutas y hortalizas, todo ello al servicio de cooperativas agricolas ricas. Deslumbran lo que llaman ladrillos productivos (concentrados energéticos) de los invernaderos, que controlan el goteo de agua en base a la propia necesidad de la planta que se detecta en un sistema informático centralizado. En Almeria, pequeña ciudad de provincias, que hace unos años se situaba estadisticamente como la de menor renta per capita entre las provincias españolas, hoy se ha convertido en una de las mas ricas, existiendo entre su población una de las colonias mayores y mejor integrada de lituanos, magrebies, subsaharianos o rumanos (de 30.000 rumanos hablaba la prensa local), todo eso es un simbolo de esa expansión económica increible, igual a lo que pasa en Murcia en donde se han afincado entre sus gentes la tercera parte de los ecuatorianos españoles (que se desenvuelven con acento local), entre otros inmigrantes, etc. La España Seca, ya no es la España resignada y sufriente de nuestros abuelos, hoy los agricultores del sur, estan informados y saben negociar, tienen reserva permanentemente de habitación en los mejores hoteles de Barcelona o Madrid, y sondean el mercado imponiendo condiciones. También reciben información de primera mano de lo que se piensan los políticos en estos lares. El no nacionalista a todo lo que pueda beneficiar al sur tiene un regusto agridulce para los jovenes y emprendedores agricultores de esa España, porque todavía se reconocen en ella y hay un hermanamiento lejano interregional (la emigración es carne viva), y entienden la situación como provisional, pensando que volverá la sensatez de toda la vida. Me decía un campesino almeriense, "dá risa que al final, tengamos nosotros que suministrar agua para el consumo (desde Carboneras) a Barcelona". Serán los nuevos tiempos, le dije.
martes, 1 de abril de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario