viernes, 20 de junio de 2008

El PP no es de fiar.

En este fin de semana Valencia se convierte en la capital de España. Rajoy tiene asegurada su continuidad al frente del PP contando con todos los apoyos y sin alternativas posibles. Le ha dado un giro de timón a la nave de la derecha encarándola hacia el centro en donde cree encontrar puntos de encuentro con el resto de fuerzas políticas parlamentarias, socialistas, ecosocialistas y nacionalistas. En ese viaje el ideario se tiene que matizar para lograr compromisos de gobierno, aunque esa ideología se trasforme diluyéndose en la anecdota. Pretenden acuerdos como los del Majestic, entre Aznar y Pujol, que entre otras cosas estimularon el secesionismo y la segregación de la ciudadania del Principado. Pierden la iniciativa ideológica ofreciendosela en bandeja de plata a las fuerzas anticonstitucionales. Son de los que dicen que la Constitución admite todo tipo de interpretaciones incluso las que niegan su contenido posibilitando su transformación en otra cosa, por ejemplo en la contraria, una Ley de leyes contraria al consenso constitucional que refrendamos los españoles. De una dulce derrota el 9 de marzo, Rajoy ahora en marco interno sonrie por esa amarga victoria que arrinconará a liberales y demócratas constitucionalistas. Vuelven al primer plano de la politica pepera la marrulleria de los franquistas, Fraga y socios de lealtades inquebrantables, y desaparecen la razón, la coherencia y la libertad en esa organización. Tenemos un fin de semana de Congreso festivo, ferial, con cohetes y petardos de verbena de San Juan. Valencia ofrecen un escenario fantastico y los naturales llevan en la sangre la polvora y los efectos especiales. Rajoy disputa el centro a Zapatero, ahora se vé rodeado de relevantes profesores y políticos ganadores, y tiene una portavoz parlamentaria mona y una secretaria general guapa y profesional. Rajoy, piensa, gana. Los peperos han conseguido el dream team que les dará alegrias sin fin. Sin embargo, en ese congreso falta mucha gente, faltan aquellos que representan a los humildes y a los que sufren, faltan los discriminados, faltan las victimas del terrorismo, faltan Zaplana y falta Maria San Gil, faltan tantas cosas que nadie puede negar que algo, como de cristal de Bohemia, se ha hecho añicos en ese viaje incondicional al centro. Rajoy piensa usurparle la centralidad a Zapatero. Los populares, miran a su lider y dan la espalda a Miguel Angel Blanco a Ernest Lluch, y a las víctimas infinitas de la crisis económica, ellos procuran prestas y prietas las filas a saludar a su lider y que se les vea. Son tan graciosos que bromean que si no votan a Mariano, votaran a Rajoy ¡que gracia!. Hora es que otras fuerzas políticas ocupen, ocupemos el espacio vacio y no nos lo dejemos ganar en el futuro. El bipartidismo a lo grande no tiene que ser un condicionante de la política en nuestro país, puede que haya llegado el momento de romperlo. Rosa Díez puede ser la auténtica ganadora de la "dieta forzosa" con que Rajoy somete a lo mejor de su organización y Ciutadans, tiene la obligación moral de no fallar en Cataluña, a tantas espectativas ciudadanas que se vienen refrendando a diario. Es la hora del golpe definitivo. Mientras tanto que siga la fiesta en Valencia.

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