domingo, 8 de junio de 2008

Empieza el baile congresual ERC

En lo personal triunfa Puigcercós y pierde Carod. Gana Gent d'Esquerra y no lo hace ERCFutur. El tripartit inicialmente asegura su continuidad, creciendo la confianza de sus socios del PSC y de ICV, pero ve como disminuye la influencia del Vicepresidente Carod en su partido, en el que queda como histórico, pasando la iniciativa política, la toma de decisiones, a personas que están fuera del Ejecutivo catalán. En ese sentido Montilla es el jefe de un Govern nacionalista que vé recortado su poder que queda al albur asambleario del radicalismo catalanista. Puigcercós y Ridao (este sí está en conexión parlamentaria con los dirigentes del PSOE en su condición de parlementario español) marcan la distancia necesaria como para permitirse el lujo de controlar al ejecutivo catalán, con mas exigencias independentistas. Lo ha dicho Puigcercós, "ERC cumplirá sus compromisos, pero los demás también" en clara referencia a la próxima negociación con el Gobierno español sobre financiación, publicación de las balanzas fiscales o desarrollo estatutario. Paralelamente Ridao ha señalado que la nueva dirección de ERC estará abierta a las otras candidaturas sondeando esa posibilidad con las gentes de Reagrupament.cat o EI. La candidatura de Benach-Riubó, a la que daba su apoyo Carod Rovira, es la que ha contestado mostrándose a favor de la Unidad, o lo que es lo mismo compartir el poder (y sus prebendas), pero la decisión final la tendrá Puigcercós. De nuevo triunfan las tesis de la Catalunya interior, menestral y campesina, frente a la ERC marítima y urbana (BCN). Avanza el Pirineo, la Catalunya vella y retrocede el Ebro y la Catalunya nova. Momentaneamente, porque así lo dicen los nuevos dirigentes republicanos, el tripartito seguirá, viendo refrendada su gestión, pero las cosas se le irán complicando conforme el tiempo repose las posiciones de poder en ERC. Además las intenciones de Carod de optar en las próximas elecciones autonómicas a la Presidencia de la Generalitat, crean un clima incierto sobre el futuro del tripartito porque a la Presidencia de la Generalitat aspira también el ganador, Joan Puigcercós. También está por ver los debates politicos del Congreso y el desarrollo del mismo en donde las posiciones de Reagrupament y de Esquerra Independentista siguen defendiendo la necesidad del cambio en la gestion política mantenida hasta aquí por la dirección del Partido. Quedan pendientes además conocer la fiabilidad de las anunciadas bajas de militantes del partido que anunciaron grupos de apoyo a estas agrupaciones radicales que salen perdedoras. Un complejo y variado panorama, insoportable para sus coaligados tripartiles y que especialemente crea verdaderos quebraderos de cabeza a los socialistas catalanes, la fuerza hegemónica. Es por eso, que la posibilidad de un adelanto electoral, visto el equilibrio inestable en el que se mueve la política catalana, es cada vez una realidad mas cercana. Y nos queda por conocer las resoluciones del Tribunal Constitucional. Afortunadamente, el debate de ERC es un debate cerrado a la militancia, un debate disperso y quebradizo, fraccional y asambleario, del que el ciudadano permanece ajeno como espectador desconfiando, porque si fuese al contrario un debate abierto a la sociedad y se dieran complicidades sociales que es lo que busca Esquerra, la situación sería desgraciada porque el escenario seria otro. Y es que el espectaculo que nos ofrece el partido independentista catalán es de una irresponsabilidad absoluta, quieren y no pueden. Un partido en el poder, que vive del presupuesto, que institucionalmente siguiendo las disposiciones del aparato servilmente respalda a su Secretario General contra su Presidente, obteniendo un apoyo cerrado de algo mas del 37%, en el que además el debate congresual gira en torno al apoyo o rechazo sobre la acción gobernante (de la que son corresponsables), que se resuelve con una interrogante continuidad, tiene el rechazo de la militancia mas alejada del poder en un porcentaje parecido. Un partido que quiere ser gobierno y oposición todo en uno, evidentemente, no tiene futuro. Porque quien decide al final es el que paga.

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