A los pocos días de la editorial de marras sus propósitos ocultos parecen haberse conseguido: se han erigido en portavoces de una sociedad, han conseguido agitar a ésta en torno al Estatut, han puesto en manos de las instituciones españolas la palabra para que globalmente presionen al Constitucional y han incendiado de nuevo las relaciones con el resto de España; a estas alturas, ni siquiera los politicólogos de salón del Principado dudan de la paternidad de la mencionada declaración unísona, pues tras los visillos el Gobierno de la Generalitat y la oposición nacionalista enseñan la patita. Como reverso de la demagógica reivindicación por la dignidad de Cataluña (patria de vividores sin escrúpulos) nuestra propia dignidad de ciudadanos libres, con criterio particular, ha sido humillada de nuevo por la altanería de un Régimen manipulador de corte totalitario que se erige en patrón y medida de nuestra historia. El conjunto editorial es la muestras mas clara de nuestra falta de libertades; hay una contracción que nos lleva hacia el periodo preconstitucional; el peligro independentista escoge la ruptura antigüa, acarreando despersonalización de nuestra memoria, aborregamiento, lectura libre de la transición, ignorancia, falta de interés y apatía ciudadana que puede encadenarnos al mito de la Catalunya nación. En las sociedades occidentales a la prensa libre se la reconoce como cuarto poder, por su capacidad para influir en la política desde posiciones independientes, aquí desgraciadamente el periodismo es correa de transmisión, servidores fieles de los intereses de la clase política; ayudan a construir el pensamiento único. Nos enteramos que la Generalitat destinará en el 2010 mas de 90 millones a esos diarios que colocaron la oficiosa editorial (se suman subvenciones, publicidad y campañas); en el 2008 LA VANGUARDIA recibió 1,7 mill/eu, EL PERIODICO 1,7, AVUI 1,4 (un 20% de participación pública), EL PUNT 2 mill/eu (y así todos los defensores de la boina o barretina). El control del Colegio de Periodistas lo ejerce un cambalache izquierdo-independentista; una asociación de periodistas subvencionada por la Generalitat la Ramón Barnils denuncia que los contenidos de tv3 utiliza en un 49% el marco referencial español frente a un 44% del catalán (la unidades informativas del telenoticias invierten datos 56/19) dejando de lado su deber de ser punta de lanza del espacio Paises Catalanes. En esa especie de conjura hay que incluir como inspirador a Pujol y a la Caixa, Javier de la Rosa o Prenafeta en diferentes momentos. La Generalitat también asumió la deuda de mas de 1.100 millones de eu de la televisión pública (tv3); el coste real de mantener tv3 se acerca a los 45 mill/mensuales (que paga rigurosamente la bilingüe totalidad de ciudadanos). La directora del medio Mónica Terribas viene reclamando aumentar las subvenciones e ingresos de la televisión para compensar culturalmente el dominio de las televisiones privadas; el personaje cercano al nacionalismo radical tiene fuertes agarraderas en tripartito; y es que mientras los medios culturales catalanistas se confunden o acceden directamente al poder, aumentan sus presupuestos, ejercen como hace la prensa esa función desinformativa de control ciudadano, el Govern de la Generalitat se despreocupa del resto de la economía ciudadana, industrial, comercial, familiar e individual.
sábado, 28 de noviembre de 2009
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