Habla quien no para de hacerlo y a callar.

Ayer se despachó "el molt honorable" con unas declaraciones duras contra el Tribunal Constitucional en una de las emisoras catalanas de mas audiencia RAC1; con su doblez acostumbrada definió al alto tribunal como enfermo "tenemos un mal Tribunal Constitucional, a los catalanes no nos pueden venir dando lecciones; el PSC tiene la oportunidad de pronunciarse y debe hacerlo"; haciendo un interesado analisis del comportamiento lamentable de la Institución llamada a interpretar nuestra Ley Magna, remacha desprestigiándole porque uno de sus miembros fué recusado, otro ha muerto y el resto "está dando un espectáculo lamentable"; remata la jugada señalando que "aunque el TC es el corazón de la democrácia esa viscera está grave". Nuestro personaje se alinea con las posiciones oficiales de Artur Más, de reivindicación soberanista envuelta con formas democráticas e institucionales. En un proceso de identificación de Cataluña con su persona indica "que si el TC dictase una sentencia que laminase los contenidos principales del Estatut, los catalanes debemos hacer llegar a sus miembros, que no van bien, que no tienen razón, que en nuestro ánimo no lo aceptamos, que lo combatiremos y que tiraremos el país adelante mas allá de todas las limitaciones que quieran imponernos". Si el padrino ha hablado del Estatut enesos tonos amenazante queda claro cual será la posición de su partido, CdC, en caso de una sentencia contraria que rehabilite y vivifique la lealtad y coherencia constitucional como reclaman los diferentes recursos. En ese lengüaje de envoltorio de bocadillo de chorizo, se dirije a toda la audiencia "pronuncilos catalanes aceptaremos el pronunciamiento del Tribunal Constitucional, aunque recorte el Estatut, porque si no nos enviaran a la Guardia Civil. Hace muchos años que aceptamos cosas (¡Menuda cara de cemento armado!). Lo que pasa es que no estaremos de acuerdo, y además lo diremos y les increparemos". De hecho los socialistas que han recibido una recomendación de Zapatero de acatar la resolución judicial, se vienen pronunciando en sus mas altas instancia en la constitucionalidad del Estatut que consideran en vigor como Ley orgánica mientras no se pronuncia el TC, en su desarrollo normativo y en su aplicación en todos sus aspectos. Nos acercamos a un momento en el cual los catalanes si no hay un fallo vergonzante, descubriremos un eclipse solar o la cuadratura del círculo.