Mientras el presidente Zapatero nos asegura que la salida de la crisis es inminente, las grandes centrales sindicales CCOO y UGT preparan una gran manifestación en Madrid mañana día 12 de diciembre saliendo de la plaza de Atocha en dirección a la Puerta de Alcalá bajo las consignas de defensa de los puestos de trabajo, en contra de la recesión económica y a favor de una salida a la crisis que no lesione los derechos de los trabajadores. Las palabras de ZP deslumbran a nuestros sindicalistas que marcharán por Madrid siguiendo sus consejos: "La mejor forma de afrontar y salir de la crisis no es corriendo el riesgo de la fractura social sino al contrario, preservando e incrementando su cohesión. De la crisis tendremos que salir juntos". Hipnotizados por el carísma del dirigen socialista reclamaran a la CEOE lo que entienden como responsabilidades patronales ante la crisis. Fernández Toxo y Cándido Méndez son incapaces de criticar la política económica del gobierno y sus repercusiones negativas en el mundo laboral porque ya se sienten bien en los salones monclovitas debatiendo en pie de igualdad con la CEOE y llegando a acuerdos generales (a espaldas de los trabajadores) que pueda sancionar el gobierno socialista; así presentan a la opinión pública como éxito el desbloqueo de la negociación colectiva o el derecho de indemnización laboral (cuando el 91% de los trabajadores españoles tienen contrato temporal, y por tanto sin derecho a indemnización). En España los sindicatos y la patronal (huerfanos de afiliación) dependen para su financiación con carácter exclusivo de las subvenciones para cursillos de formación y de las aportaciones directas del gobierno socialista. Mañana se concentran en Madrid miles de sindicalistas (casi en su totalidad liberados de empresa o funcionarios sindicales) procedentes de los mas diversos lugares de nuestro país, RENFE ha puesto a disposición de los sindicatos 30 mil plazas en sus convoyes que llegarán a la capital antes del mediodía (incluyen aparte del viaje gratis un bocadillo), autocares, comitivas de automóviles, etc., con vuelta al origen en el mismo día. De esta manera nuestros sindicatos justifican su necesidad ante la sociedad española, dan señales de vida, expresan una supuesta fuerza, un supuesto programa reivindicativo, una supuesta independencia del poder político. Los sindicatos dicen que han realizado miles de asambleas, resoluciones de juntas de gobierno, reuniones de secciones sindicales y de comités de empresa para asegurar una participación masiva de los trabajadores (no sumaran ni los centenares de miles de liberados sindicales), comprometiendo su asistencia los trabajadores de las grandes empresas del país. Sin embargo se puede asegurar que de los cerca de 5 millones de parados ninguno asistirá. Los sindicatos dejaran claro en Madrid que su misión exclusiva es acosar y atacar a los empresarios que siguen defendiendo reformas laborales y ayudas financieras a las empresas, y de camino combatir al partido de la oposición, salvan a ZP al que consideran de los suyos libre de culpas y aliado ante la crisis económica. Mientras tanto la deuda pública supera los 450 mil millones de euros, teniendo que devolver el año próximo 100 mil millones; el Tesoro pagara 23 mil millones en 2010 en concepto de intereses de la deuda. El país se arruina, arriesgamos nuestro futuro y los sres. Fernández Toxo y Méndez estrechan la unidad de inacción de sus sindicatos bajo el palio del poder, abandonando su misión de defensa de los trabajadores. Zapatero da esa imagen de optimista impenitente en una sociedad en peligro de desintegración, los sindicatos ofrecen la vieja imagen de la apatía, de la desorientación, de la sumisión al poder y de una profunda crisis ideológica. Nadie discute la existencia o necesidad de los sindicatos en una sociedad democrática, lo que se cuestiona son estos sindicatos de pacotilla.
viernes, 11 de diciembre de 2009
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