Referendum

La pregunta del referendum resulta lo suficientemente confusa como para captar el mayor número de votos entre los paseantes domingueros: ¿Estás de acuerdo en que Cataluña sea un estado de derecho, independiente, democrático y social integrado en la Unión Europea?; todo blandito, todo edulcorado bajo una premisa fasa, el derecho de la sociedad civil catalana a realizar este tipo de consultas. La respuesta de ZP y de Montilla permitiendo y aceptando la coacción nacionalista dudando sólo de su validez jurídica ha dado alas a la llamada Coordinadora Nacional de la Consulta por la Independencia; de esta manera, sin ninguna garantía censal y de procedimiento esta autodesignada Junta Electoral Central pone en marcha el referendum en 167 pueblos (algunos tan minúsculos como Sant Jaume de Frontanya de 23 electores); niños de 13 años (Strubell en el Punt) se dirigen a los vecinos reclamando los derechos hitóricos perdidos hace 300 años. Recorren pueblos y ciudadades colocando posters en los palos de la luz y pancartas reclamando el derecho a decidir. La confabulación nacionalista, CiU, ERC, CUP y otras zarandajas llaman a participar sin miedo en el acontecimiento (también los inmigrantes ante la mirada del pueblo). Se han habilitado todo tipo de locales, municipales, casinos, deportivos, sindicales, etc. con referencia clara del lugar en diversos sitios del pueblo. El dinero empleado es incalculable (hay pequeños pueblos que se han gastado mas de 6 mil eu) y su procedencia institucional segura. De todas las maneras a pesar de "la entesa nacional" las diferencias entre los nacionalistas de derechas (comarcas de Osona) y de izquierdas les lleva a desautorizarse mutuamente de irregularidades; Alfonso López Tena ha dejado o le han expulsado de la Coordinadora Central y Jordi Porta del Omnium Cultural pone en duda los resultados al utilizar métodos peregrinos, no objetivables, en la consulta. La sociedad civil española, verdadera protagonista en consultas de este tipo queda taponada por unos dirigentes políticos nacionales de derechas o de izquierdas que ven el desgarro de España sin el menor pudor (hay futuros socios de gobierno para ambos entre los independentistas). Mientras Montilla llama a los alcaldes socialistas a concentrarse ante el Parlament de Catalunya reincidiendo en la constitucionalidad del Estatut, los catalanistas se han subido al monte en una primera demostración de desobediencia civíl con su tradicional comportamiento anticonstitucional. No estamos en una acción puntual, sin trascedencia jurídica, no es una chiquillada, ni una acción infantil, es una prueba de fuerza, una coacción al Estado de Derecho y al Tribunal Constitucional; estamos, además, ante una demostración política de largo recorrido: las personas que voten, que firmen, que conversen, que asistan, adquieren un compromiso futuro y se convierten en portavoces de la buena nueva nacional en casinos, escuelas, universidad o plaza de los pueblos; afirman un derecho ilegal en norma legal (que se podrá repetir sine die) y son nuevos aliados para la siguiente consulta. La gran verdad es que el gobierno de España ha perdido la iniciativa política y los nacionalistas, teniéndola, comienzan a deshacer el Estado (con su policia, fiscales y jueces, instituciones, Rey, ejercito, universidad). Entre las muchas chifladuras que ha dicho Joan Laporta (president del Barça) en su papel mesiánico las de que "la independencia es posible y por eso da miedo" resultan de manantial; los independentistas ven la oportunidad que esperaban en estas festivas fechas; continúa Laporta "es muy importante tomarle el pulso al país para saber si aún estamos dormidos o dispuestos a luchar por nuestros derechos. Es un dato objetivo que Cataluña es una nación. El futuro president de Idiotia, ataca a nuestro país y a sus instituciones porque "no solucionan los problemas económicos, de identidad y lingüisticos de Cataluña". Ataca el desaire del Estatut y al Tribunal Constitucional defendiendo la dignidad pátria. Ante tanta cháchara facilmente rebatible, Laporta que dice recibir presiones e intentos de desprestigio insoportables afirma que "el Barça tradicionalmente siempre se ha vinculado a las iniciativas que han contribuido a la defensa de los derechos y libertades nacionales. El club nunca ha sido indiferente a lo que sucede en la sociedad catalana". Así entre tópico y tópico vamos pasando. La prensa, radio y televisión privada y pública (acusada de nuevo de costra nacionalista por los socialistas) estimula el seguimiento de los referendums con todas las coberturas necesarías. Es más, curiosamente hoy se celebra la MARATÓ (tv3) recogiendo fondos para enfermedades raras por toda Cataluña. ¿Estará todo esto orquestado? para que al menos un 40% del cuerpo electoral participe. Esperemos el final, y que el daño a España sea leve.