No estaban invitados, pero se han presentado a la mesa provisto de cuchillo y tenedor dispuestos a cobrarse la pìeza. El Cercle d'Economia se apropia del editorial palanganero de los diarios socioconvergentes e independentistas e insta al PP, al Defensor del Pueblo y a todos aquellos que hayan presentado recursos de inconstitucionalidad ante el Estatut a retirarlos sin mas dilación; esta entidad presidida por Salvador Alemany se nos presenta como una agrupación mixta empresarial-universitaria, conciencia industrial modernizadora del país, vanguardia de las entidades de ese tipo en España (adjudicándole ese papel de loconotora a Cataluña) y que apuesta por defender los intereses de nuestro país en la UE y en el mundo. El análisis del Cd'E se presenta como moderado, acentuando que su interés radica en evitar un mayor deterioro de la vida pública española (tiempo atrás denunció la parálisis del poder judicial, la politización partidaria, los escándalos urbanísticos o de financiación irregular de los partidos politicos); la entidad señala que la crisis económica se agudiza por la falta de entendimiento entre los partidos impidendo el necesario consenso y atribuye el clima de confusión y crispación en la política española a "la extraordinaria demora" del Tribunal Constitucional en dictar una resolución. Las buenas palabras traslucen sus verdaderas intenciones aunque las mismas se adornen con campanudos y equidistantes discursos si se contextualizan a su auténtico significado y aquí la crispación del debate partidario elevado a esa condicional nacional que le dá el Cercle no es otro que el que le dá la antitesis Constitución-antiConstitución (interpretación catalanista). El Cd'E insiste con la editorial de marras en la crisis institucional que abriría una posible sentencia crítica hacia el texto estatutario, recordando que fué aprobado por el Parlament, las Cortes españolas y ratificado en referendum por el pueblo catalán; para estos señores, siguiendo las ideas del notario López Burniol (miembro del Cercle) el Estatut es un autentico pacto político (reclaman al TC a que no haga una aplicación silogística de la ley, es decir, que se la salte por encima de su función judicial). Disimuladamente el Cercle intenta hacerse ver separado de las fuerzas políticas que le propulsan (nacionalistas) agarrandose al tema sentimental "de que un viejo pueblo, Cataluña, pueda encajar en su ámbito mas inmediato, España, por común acuerdo de todas las fuerzas políticas. En la junta directiva presidida por Salvador Alemany (Albertis) constan como vicepresidentes entre otros, Artur Carulla (Agrolimen), Josep Oliu (Banco Sabadell), Josep Piqué (Vueling) y como vocales, José Manuel Lara (Planeta), Isak Andic (Mango), Leopoldo Rodés, Mas Colell, Ramón Roca (Ros Roca Group), Rosa Nonell, Miquel Nadal (RACC), Francesc Boada (Abantia), Joaquín Triadú, etc., en un abigarrado grupo de lo mas florida de la empresa catalana actual; y en esa condición resulta de lo mas patético las declaraciones institucionales de la entidad: genuflexos ante el nacionalismo recomiendan avanzar hacia un Estado cohesionado y respetuoso con la vocación nacional de Cataluña mediante una interpretación libre de la Constitución que huya de la visión cerrada e inamovible al servicio de las posiciones mas uniformes?. Cobardemente amenazan, "la arquitectura institucional española no puede sustentarse en una sentencia"; para ellos, nunca desde el inicio de la transición se ha evidenciado tanto el problema que suscita la conformación institucional del Estado y la respuesta a las aspiraciones de Cataluña. Es muy complicado no dejarse llevar por la ira ante las formas cardenalicias que adopta la deslealtad institucional de los nuevos empresarios: les brillan los ojos con la codicia acostumbrada de los señores de toda la vida ante el anuncia del despiece económico del estado que abre el Estatut; ellos corren a la primera fila, afilando sus cuchillos, se trata de patrimonializar el mayor trozo posible en nombre de cualquier causa; y los derechos históricos, son tan nobles y románticos para la nueva empresa.
domingo, 20 de diciembre de 2009
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