Los toros al Parlament

Leonardo Anselmi, ciudadano de origen argentino y portavoz de la plataforma Prou! a las corridas de toros afirma que el conjunto de asociaciones agrupadas en Cataluña no impulsan un proyecto antiespañol, antes al contrario se dedican en exclusiva a la defensa de los animales. Esta plataforma ha conseguido 180 mil firmas que han presentado al Parlament en forma de ILP, iniciando el trámite de la prohibición en nuestra tierra de las festivas tardes de toros. Los he visto recoger firmas confortablemente en la misma Pza. de Sant Jaume, sin distinguir entre turistas y aborígenes tras unas pancartas con imagenes intencionadamente repulsivas plenas de sangre y en las que destacaban los ojos desorbitados del animal en su estertor. Esta iniciativa ha sido admitida por el Parlament y al parecer el PP y el PSC han presentado sendas impugnaciones a la totalidad (desconozco la posición de C's) habiendo acabado el plazo de presentación a final de octubre. ¿Qué se puede esperar de esa ILP que se pretende tramitar en noviembre o diciembre?; nada bueno, aunque el momento político pilla a nuestros nacionalistas en una fase de descomposición lo cual puede evitar lo peor; ICV-EUA y ERC aparecen como abolicionistas, el PP a favor, CiU por pragmatismo electoral mirando al Bàges y sobre todo al sur, a las comarcas del Ebro, famosas por los "correbous" o suelta de vaquillas dará libertad de voto a sus diputados; el PSC, que naturalmente tiene una base electoral amante de los toros y de la fiesta, señala que también dará libertad a sus diputados pero que estos votarán en secreto. El trámite de la ILP exigirá la creación de una comisión que debata el texto, y cuyo resultado pasará al pleno para su votación definitiva depende de la voluntad de los grupos políticos (que a mi entender están detrás). Es posible que en el Parlament, exista un grupo de taurinos, un grupo de antitaurinos y otro de indiferentes; pero lo que si es seguro es que el catalanismo visceral dominante que en principio abogaba por la prohibición hace siempre lo políticamente conveniente, es decir, lo que les interesa forzando a la ciudadanía un poco. Por eso se equivoca el señor Leonardo Anselmi en su defensa aséptica de los animales, del toro bravo, dejando caer que los aficionados son las verdaderas bestias; las razones objetivas siempre se imponen a los asertos, están por encima de movimientos internacionales de protección de los animales, si se cree en su buena fé eso es una muestra clara de infantilismo político en la sociedad catalana actual; la campaña contra los toros es en sí una fase más de ese combate ideológico superior por la internacionalización de los problemas; y si no lo entiende, sí lo ha hecho perfectamente la prensa extranjera que se ha precipitado a pedir acreditaciones para asistir al debate: Al Jazeera, Associated Press, La National Public Radio, red de emisoras públicas de USA, el Sülddeutsche Zeitung, la televisión ARD de Alemania, el diario Die West y diversos medios portugueses y franceses; aseguran que hay mucho mas interés en este asunto en todo el mundo que en el debate del Estatut. Ante tanta muestra de interés el señor Anselmi debería interrogarse al respecto salvo que prefiera seguir creyendo en esa Barcelona rupturista, revolucionaria, progre, ejemplar, modelo a seguir por todas las ciudades del mundo, y en donde se pueden experimentar los sueños.