Los socialistas barruntan que en esta ocasión las sucesivas contiendas electorales les van a resultar adversas y mueven la organización en sentido leninista para que el centralismo democrático les de una sola voz; los tiempos están difíciles porque ante una posible debacle surgen demasiadas opciones reformistas: los catalanistas, los psoeistas, los visionarios interiores, los camisas arco iris, los fanáticos de la securitate, los advenedizos, los obreristas, etc., que rompen con esa visión militar de la unidad interna. La causa de la izquierda se astilla frente a los casos de corrupción en curso: En Sta. Coloma de Gramanet, la interventora municipal desde hace diez años Maite Carol que actuaba provisionalmente (favoreciendo los intereses del partido en el poder) se ha visto involucrada en el caso Pretoria 2 como testigo de cargo (no le quedaba otra salida) lo que supone un constante riesgo para el socialismo de la margen izquierda del Besós. Efectivamente, Maite Carol amenaza al teniente de alcalde del municipio Joan Carles Mas con una causa penal por prevaricación y coacciones después de que éste le comunicase la semana pasada del despido; la funcionaria interina ha presentado un escrito de reposición considerando nulo el decreto firmado por Mas, ya que su cargo "permanecerá vigente" hasta que su sustituto (funcionario de oficio) ocupe su puesto, cosa prevista para dentro de unos días. El acoso contra la interventora interina viene del último dictamen de Carol a los presupuestos del Ayuntamiento para el 2010 (detectó en ellos al menos 15 de errores) que obligó a la alcaldesa Nuria Parlón a retirarlos; anteriormente, siendo alcalde Bartu Muñoz había alertado sobre las deudas de la empresa municipal Gramepark recomendando su saneamiento inmediato y el seguimiento de la gestión; es por estas razones que los socialistas solicitaron un interventor de carrera (nunca deseado por los munícipes) del que esperan sacar el provecho correspondiente. Los socialistas gobiernan con mayoría absoluta en Santa Coloma, como en otras localizadas del cinturón barcelonés. El imperativo autoritario pasa de una localidad a otra, contaminando la política diaria: sabemos que en Badalona se están depurando responsabilidades por algunas críticas que viejos militantes hacen a la organización; acusados de difundir opiniones contrarias al alcalde Jordi Serra y revelar información reservada de compañeros con cargos de responsabilidad en el Gobierno local y nacional (de Cataluña) se sienten indefensos; cuatro de ellos han sido expulsados (sin darles la oportunidad de ser escuchados por la Comisión de Garantías); según dicen, han sido represaliados por "denunciar las irregularidades que se comenten en las asambleas internas. Nos despiden porque pedimos que se respeten los estatutos y que los cargos no se nombren a dedo"; el hombre fuerte del aparato en Badalona, Fermín Casquete (estrecho colaborador de Zaragoza) ha hecho correr la versión de que la expulsiones de Antonio del Rio, Segura, Pérez y Rodríguez se debe a "cuestiones ideológicas contrarias al socialismo". Desde posiciones diferentes esta mañana Antoni Castell, Conseller d'Economia, en una entrevista en Els Matins de TV3, busca distancia del socialismo para acercarse al nacionalismo reclamando por enésima vez la necesidad de un grupo parlamentario del PSC (son 25 diputados) en las Cortes que apoye el frente catalanista; la razón de fondo es la misma: así el socialismo ganará la soñada centralidad política en Cataluña y en España (en esta ocasión la autoridad, siquiera moral de Montilla-Zaragoza, no deja oír su peso orgánico).
viernes, 26 de febrero de 2010
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