
Las reuniones que realizó el entonces
Conseller en Cap de la
Generalitat con
ETA en
Perpignan dejó pasmada a una
opi-
nión pública española que no esperaba un error/
confabulación de la izquierda catalana con la plaga criminal que asola a las gentes y tierras de España;
Josep Lluis Carod se reunió con
Miquel Antza (responsable político de la mafia vasca) y
Josu Ternera (fugitivo de la justicia española); el calibre de la ruptura
institucional lo subrayaba el compromiso de los asesinos de no actuar en
Cataluña presentándose ante la prensa enmascarados tras una mesa que lucía una
senyera y las posteriores declaraciones de
Carod defendiendo el derecho de
autodeterminación para "los pueblos de España";
Carod Rovira, en esos momentos,
no descartó que continuasen los contactos con los terroristas en el futuro, no
institucionalmente, sino mediante
ERC. En pleno Carnaval, prolongando la infinita carrera de despropósitos en el que vivimos sumidos en
Cataluña el lunes pasado la
policía nacional detenía a
Faustino Marcos
Alvarez, presunto
etarra, que se dirigía a Barcelona para alquilar un piso patera al servicio criminal de la
organización; su intención era hacerse con una
masía en la provincia de Gerona que sirviera de almacén logístico (podría ser una base operativa para atentar en la Costa Brava); también se baraja la posibilidad que el fin último de la mafia vasca fuese organizar una base permanente en
Cataluña (como la desmantelada en Portugal) que diera respiro a las
dificultades con las que cuenta
ETA en Francia y otros lugares. Los
Mossos,
antesdeayer detenían a otros dos
etarras,
Aristegi y Rosales (comando
Guipúzcoa) en el
Pla de
Terralleres a 1 km. del
coll d'Ares (
Molló) cuando iban hacia Francia; la guardia civil sospecha que hay miembros de
ETA que siguen en
Cataluña. En una situación de extrema debilidad para los
etarras y con los antecedentes que sabemos, la
organización criminal vasca busca consolidar su
autoprotección apoyándose en el
independentismo catalán (al cual tradicionalmente había despreciado); políticamente las cosas han variado ligeramente, hoy las fuerzas separatistas catalanas que van encontrando arraigo en comarcas
semidespobladas y pequeñas aldeas son interesantes aliados que cuentan con unas bases de acogida ideales en donde abundan las masías aisladas y casi abandonadas; es una especie de nuevo compromiso del que los nuevos
Carod y los amigos del país parecen jactarse (sueñan con el pacto de sangre). A unos meses de las elecciones autonómicas catalanas, en las que se producirá un cambio ineludible que dará al al traste con el ideal "
nacionalista de izquierdas" que defiende
ERC, es natural que
ETA rompa su compromiso de
Perpignan y afile los cuchillos para dar señales de vida en España, extendiendo el terror a
Cataluña (una parte del país) como nueva zona o frente de combate en su guerra contra los españoles.
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