viernes, 19 de febrero de 2010

ETA y Cataluña

Las reuniones que realizó el entonces Conseller en Cap de la Generalitat con ETA en Perpignan dejó pasmada a una opi-nión pública española que no esperaba un error/confabulación de la izquierda catalana con la plaga criminal que asola a las gentes y tierras de España; Josep Lluis Carod se reunió con Miquel Antza (responsable político de la mafia vasca) y Josu Ternera (fugitivo de la justicia española); el calibre de la ruptura institucional lo subrayaba el compromiso de los asesinos de no actuar en Cataluña presentándose ante la prensa enmascarados tras una mesa que lucía una senyera y las posteriores declaraciones de Carod defendiendo el derecho de autodeterminación para "los pueblos de España"; Carod Rovira, en esos momentos, no descartó que continuasen los contactos con los terroristas en el futuro, no institucionalmente, sino mediante ERC. En pleno Carnaval, prolongando la infinita carrera de despropósitos en el que vivimos sumidos en Cataluña el lunes pasado la policía nacional detenía a Faustino Marcos Alvarez, presunto etarra, que se dirigía a Barcelona para alquilar un piso patera al servicio criminal de la organización; su intención era hacerse con una masía en la provincia de Gerona que sirviera de almacén logístico (podría ser una base operativa para atentar en la Costa Brava); también se baraja la posibilidad que el fin último de la mafia vasca fuese organizar una base permanente en Cataluña (como la desmantelada en Portugal) que diera respiro a las dificultades con las que cuenta ETA en Francia y otros lugares. Los Mossos, antesdeayer detenían a otros dos etarras, Aristegi y Rosales (comando Guipúzcoa) en el Pla de Terralleres a 1 km. del coll d'Ares (Molló) cuando iban hacia Francia; la guardia civil sospecha que hay miembros de ETA que siguen en Cataluña. En una situación de extrema debilidad para los etarras y con los antecedentes que sabemos, la organización criminal vasca busca consolidar su autoprotección apoyándose en el independentismo catalán (al cual tradicionalmente había despreciado); políticamente las cosas han variado ligeramente, hoy las fuerzas separatistas catalanas que van encontrando arraigo en comarcas semidespobladas y pequeñas aldeas son interesantes aliados que cuentan con unas bases de acogida ideales en donde abundan las masías aisladas y casi abandonadas; es una especie de nuevo compromiso del que los nuevos Carod y los amigos del país parecen jactarse (sueñan con el pacto de sangre). A unos meses de las elecciones autonómicas catalanas, en las que se producirá un cambio ineludible que dará al al traste con el ideal "nacionalista de izquierdas" que defiende ERC, es natural que ETA rompa su compromiso de Perpignan y afile los cuchillos para dar señales de vida en España, extendiendo el terror a Cataluña (una parte del país) como nueva zona o frente de combate en su guerra contra los españoles.

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