martes, 2 de febrero de 2010

Laporta, lider del independentismo

Este niñato hijastro de la circunstancia Pujol calienta musculatura haciendo flexiones por la banda catalana dispuesto a entrar en el terreno de juego de las elecciones autonómicas en condiciones de ganarlas; es el fichaje estelar del indepen-dentismo pues -dicen- el Barça es mas que un club y este señor, que hace a diario política antiespañola desde su tribuna, es el Presidente con los mayores éxitos deportivos de la historia; presume "de haber recuperado la catalanidad del Barça; y el club mas nacionalista es el mas universal", aunque la mayoría de aficionados nos hayamos alejado de ese entorno radical al negarnos a ser utilizados por esa directiva ologofrénica, de ser una entidad deportiva de acogida, Laporta la ha convertido en una sociedad cerrada y exclusiva; su trasnacionalidad viene de unos éxitos deportivos culminantes de un proceso integrador que es su seña de identidad histórica, el catalanismo es una nueva contradicción que deberán resolver sus aficionados, sus peñas españolas, el barcelonismo mundial. El 30 de junio pasa de una política a otra política, dejando el refinado trono deportivo para combatir por la poltrona para la Generalitat (aquí le esperan con las garras afiladas los tigres partidarios que vienen cortando el bacalao); y aunque no asegura su entrada en la política, sus palabras levantan los baldones de la puerta, "participaré desde mi propio partido, con un proyecto radicalmente nuevo" (La Vanguardia); se trata de ir creando las condiciones para levantar una fuerza determinante en nuestra autonomía, una adición de independentistas individuales, escindidos de ERC (Reagrupament), miembros de CiU, la Coordinadora de consultas por la soberanía, Plataformas y Asociaciones independentistas, entidades sociales, etc., una corriente a la que conduciría como el Flautista de Hamelín al rio de la libertad nacional, "Defenderé lo que creo mejor para Cataluña, la capacidad de decisión sobre sus propios asuntos, es decir, tener un Estado propio"; su voluntad supera el sistema parlamentario "Me presento para gobernar, para ser President de la Generalitat, no para decidir quién lo hace. Estoy capacitado para dirigir Cataluña"; el pequeño ejercito comienza a alinearse con una disciplinad germánica tras él constituyendo su núcleo de centuriones el Reagrupament.cat de Joan Carretero (que dando un golpe de autoridad ha dispersado a sus críticos en este fin de semana) al que el Generalísimo saluda acogedor "el doctor Carretero es una persona muy valiosa y me encantaria que se sumara a mi partido". El presidente del Barça autojustifica su labor ante las posibles críticas deportivas: lo que ha venido haciendo es país, y lo ha hecho de esa manera porque Cataluña es una nación sin estado, siendo un milagro su existencia. Para el futuro líder, el club es la mejor arma para defender los derechos y libertades de nuestro pueblo porque, entre otras cosas, no está sometido a las estructuras estatales (Mundo Deportivo). Un lider independentista, con carisma mediático (hay sectores que le comparan con Kennedy) se sitúa en el inflamado ruedo ibérico con un espíritu liberto-espartaquista asombroso, se arroga la primogenitura de la juventud mas ágrafa e irresponsable de nuestra historia. Jan Laporta acusa recibo de agradecimiento a quien le ha pasado la llama "Jordi Pujol es un referente político porque durante mucho tiempo llevó a la practica la única política posible; me merece todo el respeto y siempre le he admirado". Efectivamente, lo teniamos claro, los confusos son los llamados a perder, los palanganeros de la democracia populachera y vulgar.

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