lunes, 12 de abril de 2010

¿El Centro?: Montilla

Este sábado Montilla será proclamado por unanimidad forzada candidato socialista a las elecciones autonómicas de noviembre. A la espera del inevitable acontecimiento todos los cargos públicos del PSC (ministros, consellers, diputados, alcaldes, parlamen-taris, etc.) le arroparon en un acto "simbólico" en el Santuari de Pinós (Solsonés) conocido como centro geográfico de nuestra comunidad, y bajo la sombra de la senyera que ondea sobre el monumento erigido en el exacto lugar desarrolló el discurso plano del conocido burócrata a unos salibosos incondicionales que temblaban de emoción ante la impronta emotiva que el mentor electoral Jaume Collboni, puso en sus palabras; Subido a un pedrusco junto al monolito de la rosa de los vientos el President se presenta como una persona humilde (hijo de un peón de albañil y una limpiadora) que llega a BCN como inmigrante cordobés con 16 años implicándose en la lucha antifranquista (los asistentes gozaron cuando se refirió a Mas que en aquellos momentos disfrutaba de la vida y estudiaba como persona que tenía edad para adquirir algún compromiso); junto a un rótulo encartelado en rojo en el que se citaban sus propias palabras "Segueixo creient" y protegido por gentes de la juventud socialista advirtió a los Convergentes "que por prepotencia o ignorancia dan las elecciones por ganadas" que piensa dar la batalla, "qué poco conocen a los socialistas y a los catalanes. Y, perdón por la inmodestia, ¡qué poco me conocen a mí!". En otro momento sus palabras se tintaron de nacionalismo "Es Cataluña lo que me mueve, ¿Cómo no habría de creer yo en Cataluña? Yo, que decidí ser un catalán mas ¿Cómo no habría de creer en una nación que me ha permitido ser su President?"; a continuación se definió como catalán y catalanista, español y federalista, europeo y europeista, y progresista y de centro izquierda como la mayoría del país, repitiendo el típico latiguillo del militante inserto en el libro rojo del partido. El primer secretario de los socialistas puso de nuevo su granito de arena en la balanza del TC: "Sigo creyendo en el Estatut, y lo defenderé ante quien sea", pues no cabe duda que considera dicha Ley como el principal activo (por no decir el único) de toda su acción de gobierno, poniendo como epílogo "que al igual que nuestros padres superaron grandes obstáculos, nosotros superaremos la crisis económica con ventaja respecto a otras comunidades" (sin darle mayor importancia a sus responsabilidades en la duración y desarrollo de la misma). En el km. 0 de la Cataluña autonómica, Montilla defendió "Somos el partido central de Cataluña. Una comunidad que prefiere avenidas de convivencia a atajos, inventos, sorpresas o pasos atrás y a diferencia de otros (CiU) no tenemos mas bandera que la senyera, el Estatut y Cataluña" en esa pugna por destintar los propios colores en el gris de la masa informe de la mayoría digestiva que se coloca en el centro del sofá; Montilla lo tiene claro, él es el silencio del rebaño y el factor nacionalista de la unidad (los socialistas son el centro político y hablan desde el centro localista y territorial). En el primer acto de campaña organizado por el ugetista Jaume Collboni intervino como lazarillo del pastel la jubilada Carmen Nevado que definió el compromiso socialista como "el estar al lado de la clase trabajadora, de la gente sencilla". Precisamente; hay un dicho castellano muy explícito "por sus hechos les conocereis": Montilla y los 650 mil parados, Montilla y su palacete residencia, Montilla y su señora Anna Hernández (la de los 16 cargos remunerados), Montilla y las multas al castellano, Montilla y la sequía, y la nevada, y sus hijos y amigos. Imitando a Pujol, Montilla tira del buey electoral desde el agro, ¡Es enternecedora la centralidad nacionalista! (todos la quieren, ninguno la sufre).


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