jueves, 15 de abril de 2010

El peor embrollador

En su tiempo se estableció en nuestra comunidad una red de intercambio de favores, de modelación del territorio tan propia de los sistemas antiliberales y jerárquicos de tiempos pasados o del tercer mundo; de esa manera Jordi Pujol sacó de la nada un partido que recogía todo el espectro ideológico del país, gente sin escrúpulos dispuesta a recoger los frutos del franquismo, desde falangistas a comunistas, pasando por caciques agrarios, na-cionalistas y miembros de la burguesía que parasitan aquiescentes a cualquier gobierno y que de su mano obtenían desde migajas a prebendas importantes. El personaje está en el origen de todos los males que sufre nuestro país: crisis económica, el nacionalismo intransigente, la discriminación lingüística, la crisis judicial, la desafección institucional, etc. Cual mafioso siciliano se hizo llamar "molt honorable" y en esas condiciones recorrió el país pueblo a pueblo cubriendo la ceremonia del besamanos de sus autoridades y el respaldo de la iglesia local (era el máximo representante del Estado y por tanto el que inauguraba todo tipo de infraestructuras, descorría placas conmemorativas, copando los informativos y "telenocies" de la radio y televisión "nacionales de Cataluña"); de su fe religiosa lo único que se desprende es que queda sobrepasada por la ambición de crear de forma autónoma una Conferencia Episcopal Catalana desgajada de la española (haciendo ruido) y que emita de tanto en tanto declaraciones pastorales nacionalistas o independentistas. La mafia catalana es horizontal y toca a todo el tinglado partidario, es corrupta y corruptora: domina, desde el Barça a la Caixa, la Cámara de Comercio, las organizaciones patronales y en parte las sindicales, se ha extendido por las venas de la Hacienda Pública, comenzó a pudrir a la Justicia (hay que recordar el hundimiento de Banca Catalana, la movilización de la militancia convergente contra la justicia encabezada por el varias veces corrupto Piqué Vidal abogado personal del Padrino, a Pascual Estivill y a tantos otros). La famiglia Pujol (señora, hijos y cuñados forman el núcleo duro de la organización); durante años todas las inversiones extranjeras o no, fueron controladas por el grupo obteniendo los beneficios correspondientes; tienen a su servicio una caterva de abogados, escritores, agentes culturales, arquitectos, periodistas, asesores fiscales, consejeros comarcales, banqueros, prostitutas, catedráticos o intelectuales que logran crear esa imagen de uniformidad, de discurso único en nuestra comunidad. El ex-President de la Generalitat no deja de meter el tenedor en todas las ensaladas políticas: hace unos días afirmaba que el dictamen que saldrá del TC, sería acatado, porque si no se hacía así nos enviarían a la Guardia Civil. El miércoles en un encuentro con Ferran Adrià (reuniones regulares con personalidades de la vida catalana) el mas universal de nuestros restauradores le pidió que siempre que tenga oportunidad haga gala de su catalanidad aunque le recordó que presumir de su tierra natal (L'H) le puede acarrear algún que otro problema; "No siempre es fácil hacer una presentación de catalanidad. En mas de un caso, y no diré nombres, sobre todo del mundo del deporte se les ha dicho bien claramente: -Oiga, si usted hace muchas manifestaciones de catalanidad, aquella beca que tiene o aquel estudio se le retirará"; el Padrino aseguró que dichas presiones vienen de la Casa Real y de todos los Gobiernos de España; aprovechándose de la proyección internacional de Adrià el honorable y astuto personaje largó su mensaje nacionalista en la dirección de todos los vientos que admiran al Bulli (aquellos que sueñan con las estrellas Michelín). Calló las numerosas subvenciones de la Generalitat a la promoción de las Selecciones catalanas (un trabajo sistemático y millonario que no vale la pena citar)

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