viernes, 23 de abril de 2010

El laberíntico Montilla

El nacionalismo sigue emperrado en adoptar posturas aterradoras para minar el ánimo del ciudadano corriente y de camino presionar a las instituciones del Estado. Montilla, ese ejemplar de abejorro runruneante que nos asedia a diario ahora se apoya en el pie mas catalanista de su formación para asustar a la casa madre socialista "El PSC es el PSC. Que no quepa la menor duda que sus veinticinco diputados en Madrid votarán lo que diga la dirección del partido"; de esta manera recuerda a sus compañeros de todo el país que la organización catalana está federada al PSOE, pero que tiene personalidad jurídica propia, finanzas y decisiones políticas independientes. El origen de esa desmarcación tiene que ver con la pelea por convertir la afirmación "El Estatut es constitucional" en una realidad inobjetable, informada por el Espíritu Santo, celestial, para el conjunto de los catalanes, españoles y para el tribunal encargado de decidir sobre esa legalidad ante los recursos presentados desde diferentes instancias de poder. El gobierno del Estado, por boca del Presidente del Gobierno venía defendiendo "La legitimidad del TC, su trabajo ejemplar en el desarrollo democrático, para la defensa de los derechos y libertades de los ciudadanos y también como garantía de la autonomía política" ; ante los requerimientos de CiU e ICV, Zapatero contestó en el Parlamento "la responsabilidad de la renovación de los magistrados de dicho tribunal corresponde a los políticos, pero mientras formen parte de dicho organismo tienen plena legitimidad por lo que es imprescindible respetar su tarea por la institución que representan". El President de la Generalitat quiere vencer esas resistencias forzando la voluntad del mismo ZP y sus adláteres mediante una movilización ciudadana e institucional en Cataluña para cambiar la composición de un tribunal que a su entender cada vez se acerca mas a un inmediato dictamen (que rompería sus aspiraciones políticas) en sentido contrario al Estatut. La idea del socialcatalanismo es presentar una resolución en el Parlament exigiendo la renovación de los cuatro miembros del Constitucional cuyo mandato ha expirado, la del juez que falleció y la del que está recusado; la respuesta de los otros partidos es oportunista tal y como nos tienen acostumbrados: ERC, acusa al PSOE y PP (por igual) de su incapacidad por renovar el tribunal, además reclaman que se afirme "que existe un choque de legitimidades entre la voluntad del pueblo de Cataluña, pronunciado en referéndum y el TC", los nacionalistas de CiU también ponen sus condiciones "modificar la ley Orgánica del TC" para que los jueces, acabado su mandato, sean reemplazados con urgencia, ICV sí respondería, C's y el PP no cuentan (son anticatalanes). Por cierto, antesdeayer el Defensor del Pueblo presentó ante el TC un recurso de inconstitucionalidad contra varios artículos de la nueva ley de Síndic de Greuges (que amplía sus competencias). El nacionalismo montillano, vuela y vuela perdido intentando cazar una estrella independentista, los ciudadanos de Cataluña le obligarán en noviembre a aterrizar en el planeta tierra (patria obligada de toda la humanidad).

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