Montilla, cual peste bíblica, será candidato socialista en las autonómicas y Jaume Collboni su director de campaña; así lo anunció el primer secretario del PSC, añadiendo, "Collboni representa la apertura del partido a la sociedad". En una tesitura de franco derrumbe en las encuestas, la organización política de "las dos almas" (la jacobina y la de la gracia identitaria) verbaliza que toma el camino de la moderación, de la centralidad y el de la izquierda social; frente a un pasado restrictivo de "fets i no paraules" nos presentan ahora un futuro de "fets i paraulas", o lo que es lo mismo, ganar las elecciones, sí, por supuesto, pero no de cualquier modo sino convenciendo y siendo los mejores. El cambio en la responsabilidad de la campaña de Zaragoza (Secretario de Organización) por Collboni (Coordinador del Grupo Parlamentario) es cambiar la máscara trágica por la cómica en nuestra particular representación clásica; olvidar el aspecto tenebroso, doctrinario, despectivo y militar de Josep Zaragoza (hay que recordar con repugnancia la anterior campaña "Si tu no votas, ellos vuelven"), ilusionando a los electores con la fisonomía joven, sin desgastar y desconocida de Jaume Collboni. Sin embargo la lógica sigue las reglas de Newton, a una situación de poder, favorable, de victoria política evidente, corresponde un comportamiento excluyente, el nepotismo público, el insulto, la brutalidad, el avasallamiento del adversario, por contra a una situación de emergencia, de perdida de confianza, se tiene que ofrecer el rostro risueño de la cortesía, el respeto institucional, la mano tendida para estrechar posibles alianzas, abriéndose a cualquiera de sus posibilidades (el tripartito, la sociovergencia o el socioconservadurismo). Así, pues, Collboni es la muleta que nos presenta el partido de los socialistas catalanes para que continuemos atendiendo al engaño y nos sujetemos a las tablas; los socialistas, Montilla, Iceta y Zaragoza, por supuesto estarán tras las bambalinas atentos al discurrir de los acontecimientos, ordenando y mandando. Curiosidad significativa es la procedencia sindical de Jaume Collboni (UGT); en el él se confirma la función meramente transmisora que ejerce el Sindicato respecto al partido socialista; es una subordinación política que lastra la supuesta asociación obrera independiente en defensa de los intereses de los trabajadores frente a los empresarios y las Administraciones; pone en duda el pacto no escrito de unidad de acción con CCOO y su representación colectiva; en este caso los ugetistas son meros ejecutores, servidores de la política de Montilla o ZP y cómplices en el paro que asola Cataluña con mas de 600 parados y a toda España con mas de 4 millones; desde el punto de vista individual, la UGT, es para Collboni, un escalón mas para su promoción y ascensión socio-política. Utilizando a un arribista procedente de la cantera sindical pretenden embaucarnos dejándonos entrever un cambio de discurso político. ¡Que nadie tenga la menor duda y se deje engañar!
sábado, 3 de abril de 2010
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