Con el globo de la euforia a punto de estallar, los dirigentes de CiU que tan débilmente movieron ficha de centralidad con aquella propuesta de "pacto de Estado" para salir de la crisis económica, ahora se encuentran en reflexión vistas las últimas encuestas que sobre la inmigración perciben sus propios electores; en otras palabras, si la visión de estado, moderada y unitarista, les granjea enormes simpatías entre el electorado catalanista (acos-tumbrado a sacar provecho de forma razonable en esas situaciones), en lo tocante a temas concretos y cercanos, como el emblemático de la inmigración, sus votantes muestran el rostro mas extremista, conservador y excluyente del arco parlamentario catalán, que nace de la propia doctrina egocéntrica y nacionalista con la que CiU ha alimentado a sus masas y clientes. En esa dicotomía lo que parece evidente es que CiU, si quiere mantener y extender su influencia asegurando sus votos (su victoria en las autonómicas parece asegurada) tendrá que endurecer su discurso sobre la inmigración, pero además con un contenido que vaya mas allá de como lo haga el PSC o el mismo PP; naturalmente el asunto podrá velarse tras la cortina de humo de que los reguladores o autores de la política inmigratoria son los otros, los gobiernos centrales del PP o PSOE, y que de ahí arrancan las dificultades políticas posteriores que ahora nos acucian, pero eso no invalida la consistencia xenófoba del mundo nacionalista. Los votantes nacionalistas consideran de forma inmensamente mayoritaria (superior al 60%) que los inmigrantes abusan de la asistencia sanitaria gratuita en detrimento de los naturales, que reciben mas ayudas que los catalanes, opinan también que los inmigrantes no deben votar en las municipales, creen que hay que expulsar a los inmigrantes regulares si delinquen una vez, están convencidos que reciben mas de lo que aportan, son partidarios de que las alumnas con velo deben ser expulsadas de los colegios, que la presencia de los inmigrantes reduce la calidad de la sanidad y de la educación, que las leyes de inmigración son tolerantes, aseguran que la cifra de inmigrantes es excesiva, que los naturales deben tener privilegios, etc.; la federación nacionalista sabe que si en esta ocasión flojean en el discurso nacionalista mas puro, muchos de sus votantes que antes se contentaban con el discurso catalanista mas fantasioso, podrían optar en esta ocasión por otras alternativas como la que representa el partido del sr. Anglada (PxC) que contentan las aspiraciones concretas del ciudadano medio de nuestro territorio, o bien irse a cualquier solución independentista. Ya saben, es un principio elemental de la política, el ciudadano masa (y mas en el mundo simbólico del catalanismo) se convierte en un radical ante una crisis económica o ante los problemas de seguridad (y los partidos se mueren por contentar a sus huestes).
lunes, 5 de abril de 2010
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