domingo, 25 de abril de 2010

El nuevo Mesias

Los socialistas quieren sorprender a los pobres habitantes de este rincón del reino con reuniones como la de ayer en el Pabellón de la Mar Bella en el Poble Nou de BCN: escenografía de plató cinematográfico, tarima redonda rodeada de público entusiasta y con varios butacones reservados a los protagonistas en su plataforma, como presentadora y maestra de ceremonias la compañera Manuela de Madre vestida con tejanos de marca y luciendo una esplendida melena oxigenada (conocida especialista en historia de la inquisición), debate azucarado entre Montilla y algunos militantes escogidos de su partido. Este debate-mitin preparado por Jaume Collboni en la forma amanerada con que se nos acerca Jordi Hereu pretendía recuperar un saco de votos entre la indiferencia política de los electores catalanes; el popularismo rayano en la espiritualidad religiosa mas primaria quiso impregnar de un halo mesiánico al insignificante bachiller de Iznajar: ante el Salvador de la humanidad maculada con el pecado original de la duda, o sea, Don Montilla una señora en silla de ruedas cual Lázaro redivivo comenzó a caminar (la de Madre le desabrochó el pantalón poniendo al descubierto su ortopedia); la presentadora, ante el sonrojo de la mayoría, insistía "Esto no es exhibicionismo, es con lo que ella anda"; el escalofrío hacía pensar que don José y su Govern habían hecho el milagro (un apunte nuevo para las historias santeristas del extraordinario Jesús Torbado); también contribuyeron a afirmar a Montilla como la mejor opción electoral, el presidente del Comité de Empresa de SEAT y un directivo de una empresa tecnológica (subrayando la ignominia sindical frente al paro y el descrédito empresarial al afrontar la crisis). El alcalde de BCN precedió al candidato con un discurso lleno de la materia mas insustancial con que se suelen realizar dichas peroratas. Antes de hacer uso de la palabra se emitió un video en el que aparecían los padres de Montilla, explicando el anciano los origenes andaluces de su hijo, alabando "su capacidad de trabajo y su honradez lo cual es mucho decir para un político" , dejando perplejos a la mayoria de los asistentes (saqueadores del presupuesto)el contenido metafísico de dichas palabras. Al fin el President de la Generalitat habló a la asamblea en el tono amable de una campaña amable (no pactará jamás con el PP) resaltando su modestia y humildad democrática (un hijo de modestos trabajadores inmigrantes puede llegar a la Presidencia de la Generalitat), intentando aparecer como alguien familiar y cercano, un ciudadano más, un trabajador del extraradio barcelonés, una persona abierta y didactica, que defiende el Estatut porque así lo ha querido el pueblo de Cataluña en Referendum, una persona digna de admiración y cariño. Oculto tras el mensaje constitucionalista, este converso al nacionalismo prerevolucionario, intentó aparecer como portador del seny centrista, como el defensor de la España autonómica lanzando sus dardos contra un Artus Mas (omnipresente adversario y posible ganador en la contienda electoral) al que Montilla retó "Le pido que realmente diga lo que quiere y que no esconda si su objetivo es la independencia de Cataluña". Y de esa manera el causante de los mayores estragos en la convivencia y de los probables estropicios en el estado de derecho se erige en ignominioso denunciante ante la mayoría del país de los borregos en flor. Es el Mesias, el Salvador de la Cataluña real. ¡Hemos caido tan bajo, que todo cuela!

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