martes, 12 de enero de 2010

En el futuro, mas de lo mismo

Uno debería sentirse ciudadano constitu-cional (sujeto a derechos y deberes) en donde vive y trabaja, en donde ha formado su familia y han crecido sus hijos, allá donde tiene una red de amigos con los que se relaciona socialmente y en donde ha construido su patrimonio particu-lar. Cataluña, en especial BCN, es una sociedad española que ha asimilado el mestizaje de los habitantes autóctonos con aquellos llegados de otros rincones peninsulares, murcianos, valencianos, aragoneses, castellanos, gallegos, andaluces, etc., en oleadas sucesivas de siglos la han hecho industriosa y grande; la peculiaridad lingüistica no ha sido obstaculo para la integración o convivencia, al contrario; como la base cultural era la misma, los recien llegados se esforzaron en el aprendizaje de la lengua para su mejor inserción o promoción social. La secesión ha sido un trabajo trillado durante los años de gobierno pujolista concediendo el apoyo de sus diputados a los grandes partidos nacionales a cambio de conquistas competenciales que dibujaran la nacionalidad futura, la fractura social; el trabajo hacia los ciudadanos (el profesor F.Vallverdú reconocía que el 70% de la población es de origen español)des un poder absoluto ha sido persistente en el tiempo difundiendo la idea de que los españoles desprecian a los catalanes y a lo catalán, son discriminados en el pago de las autopistas (es igual que la beneficiaria sea la Caixa), sufren un expolio fiscal, los imaginarios beneficios de los ciudadanos extremeños o andaluces, las autovías peninsulares, el boicot a los productos catalanes, la humillación judicial, etc. etc., es un discurso que continúa recalcitrante en el día de hoy; hasta tal punto que la realidad clasista (los inmigrantes pierden) ha sido sustituida por la cuestión nacional e identitaria (se han incorporado algunos "estomago agradecido" castellanohablantes). La nuevas inmigraciones abrazan la inmersión como una salida a su situación particular (hay sectores asustados ante la xenofobia y el racismo). Los partidos políticos son, a criterio de la mayoria de electores, el problema y lo que mas preocupa es que la solución pase por ellos; el principal el catalanismo del PSC (cuyo electorado inmigrante sufre el paro y la exclusión). CiU se despega (la distancia en 6 meses ha pasado de 5,8 puntos de diferencia a 6,1 respecto a los socialistas). La alternativa que se percibe es un gobierno en solitario de CiU (con respaldo del PP), otro nacionalista (con ERC), la sociovergencia (de la que ha hablado Montilla) o un renovado tripartito (ICV). La otra noche en Luz de Gas, ante 700 cuadros de su partido, Joan Puigcercós (ERC) comenzaba la precampaña anunciando "una consulta soberanista" como condición imprescindible para establecer alianzas; "Tenemos derecho a defender la independencia""quién quiera algo de nosotros ya sabe que queremos el soberanismo; Cataluña ha superado la etapa autonomista y quiere alcanzar la plenitud nacional", "hemos arrastrado al PSC a defender el país y con ello hemos arrastrado a su base social"; sabe lo que dice, su partido puede ser clave en futuras alianzas de gobierno; ahora el partido independentista quiere establecer su programa electoral en base a una consulta a 140 mil personas (otra forma de movilización por "el derecho a decidir"). Puede haber una multitud de partidos que concurran a la cita electoral, extremando el discurso político a izquierda o a derecha pero de resultados inciertos. Desde luego si hago se consolida en la vida política es el nacionalismo catalán (la España constitucional calla, da razones, concede, pide perdón se abstiene). Todo marcha a favor de viento y con las velas desplegadas. ¡De todos nosotros depende que se rompan la crisma en las urnas!

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