El equipo de gobierno municipal se ha liado la manta a la cabeza y ha puesto sobre el mantel de la política la candidatura de BCN a los Juegos Olímpicos de Invierno de 2022 (BCN-Pirineos), sin contar con la candidatura de Zaragoza-Jaca (Pirineos centrales), atropellando la postulación aragonesa que lleva en eso peleando años. Los socialistas dan un golpe de timón a la caída libre del alcalde Hereu entre su electorado natural intentando frenar las posibilidades del "moro" Xavier Trias (CiU), en base a lo de siempre un gran acontecimiento cultural o deportivo de carácter internacional, sincopado, con grandes inversiones de la nación que suman infraestructuras y servicios para la ciudad. Hereu ha dado a conocer el informe (de hace un año) de la consultora británica Saffron que sitúa a BCN en tercer lugar empatada con Amsterdam y Berlin tras París y Londres como una de las ciudades de mejor imagen de Europa (96%); esa marca BCN ha cimentado su prestigio en los Juegos Olímpicos del 92, en los logros del Barça, en la película de Woody Allen, Vicky Cristina Barcelona protagonizada por Bardem, P.Cruz y Scarlett Johansson, la asociación a empresas que trabajan en el mercado exterior, Custo Barcelona, Cosméticos Natura Bissé, cervezas Damm y Moritz, la marca de ropa Mango, y otras; en medio de la euforia se han levantado voces que la cuestionan: "en el mundo real BCN no está asociada ni a arte, ni a innovación, ni a creatividad. El Fòrum de las Culturas de 2004 fue una operación publicitaria para el consumo interior, "pese al esfuerzo por positivar la imagen de BCN con valores fáciles de modernidad convertida en cliché se ha ido imponiendo en los últimos años la impresión de una ciudad en decadencia física e intelectual" (Joan Manuel Resina profesor de Stanford). Algunos periódicos de alcance como Le Monde y The Times, han venido publicando en los últimos tiempos los robos a turistas, la prostitución en el centro o los escándalos financieros habituales en nuestra ciudad; la agencia Tiempo BBDO que desarrolló la campaña "Amigos para siempre" del 92, afirma que para tener opciones olímpicas se necesita garantizar un perfecto funcionamiento del transporte, las instalaciones, transmisiones, buena comida y que la ciudadanía desborde entusiasmo. El Alcalde (feliz en su euforia) se apunta a la alegría "BCN está mas fuerte que nunca" pero los ciudadanos aún no se han recuperado con la candidatura y mantienen una cara de palo. El nacionalismo que intenta catalanizar BCN acusa al franquismo (?) del cosmopolitismo de la ciudad que oculta deliberadamente su catalanidad; es claro, el barcelonismo desactiva el potencial político del catalanismo (lo cual no es malo). En un estudio turístico del Ayuntamiento a la pregunta "qué es lo peor de BCN como destino vacacional", entre diez asuntos, los encuestados respondieron en un 12,10% "la política y el catalanismo", detrás de "la masificación" (18,20%). Pues eso, el nacionalismo dominante nos inyecta el "baile de San Vito" con unas olímpiadas del frío. ¿Tendremos carreras de patines sobre cuchillas en un Pso.de Gracia helado? ¿Patinaje artístico en el Palau? ¿Saltos en Montjuic?; mientras colocan un muñeco de nieve en el centro de la Pza. de Cataluña para niños y turistas, nuestras autoridades deberían recuperar a "Floquet de neu" como nuevo símbolo olímpico (fallecido el mono, al menos nos consta su barcelonismo indestructible. o ¿fué catalanismo?)
jueves, 28 de enero de 2010
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