Muestra de la soledad nacional

El uso repetido, sin venir a cuento, de ciertas palabras acaban por crearle una costra que las inmuniza; en política ocurre con la nominación fascista un concepto con el que decorabamos el infierno histórico de la primera mitad del pasado siglo y que hoy no pasa de insulto barriobajero sin mayor contenido. El maltratado periodista Federico Jiménez los Santos, azote del nacionalismo catalán, ha sufrido en sus carnes los denostes del palanganerismo de "casa nostra" que entre otras lindezas ha usado a destajo del manido "palabro", amén de otras lisonjas, rebautizándole permanentemente como "sempiterno enemigo de todos los catalanes" (todos inocentes, todos oprimidos, todos demócratas). Fué una de las víctimas del terrorismo de Terra Lliure (no hay que olvidar su secuestro y martirio) a pesar de lo cual libremente y en contra de la posición mayoritaria de una sorda clase política local que en un parto de los montes de sus élites allende la Diagonal alumbró una cárcel (el Oasis), y que consecuentemente vislumbra con acierto lo que se avecinaba (el irredentismo nacionalista) dando un osado pasito adelante para informar a la ciudadanía, razonar, escribir, suscribir iniciativas y organizar una resistencia en nuestra tierra que diera voz a esa mayoría social catalano-española que, en tiempos del oscurantismo franquista, como protagonista principal había contribuido a preparar un futuro democrático causando la admiracón de todo el país, en la esperanza de su rebelión. Hasta el cardenal-arzobispo (Sistach) se cuidó de cerrar la boca del díscolo librepensador en la COPE (ya que su voz resonaba fuerte y seca en todo el principado) que desasosegaba a la prole; y ahora la dinastía pujo-montillana saca pecho triunfadora blocando cualquier posibilidad de que su emisora independiente es.Radio siga blandiendo sus venablos con verdades como puños de denuncia y reclamación (recordemos el hudimiento del Carmelo). Ahora este catalán de honor (en nuestro corazón) argumenta en su blog su cansancio personal "España no tiene un problema catalán; lo que existe es un problema español en Cataluña que consiste en no entender el problema nacional y por tanto, no querer abordar el problema del separatismo (asunto de caselectas capillitas, no del pueblo); sin embargo sus líderes han convencido a las capas dirigentes madrileñas y en las últimas décadas a medida que crecía la corrupción el proyecto secesionista ha ido afianzándose, legitimándose, creciendo y arraigando en una población resignada". No creo que sea para tanto, o al menos hay personas, grupos o sectores que todavía resisten dejando atrás las naves quemadas de las opiniones oficiosas de los grandes partidos nacionales, adentrándose a la primera línea de combate en la batalla por las libertades constitucionales que exige una Plataforma Unitaria Antinacionalista (con apuro podriamos coincidir con sus palabras de que todas las instituciones españolas han desechado la idea nacional, la soberanía popular y la igualdad de los ciudadanos ante la ley). Federico considera, que al margen de la sentencia del TC sobre el Estatut, la labor liberticida del secesionismo nacionalista continuará porque tanto si gobierna en el futuro el PSOE como si lo hace el PP ninguno dudará de la legitimidad del catalanismo para deslegitimar a nuestra nación. Afirma que la amputación catalana podría hacer revivir el cuerpo de toda la nación ya que la enfermedad autonómica arranca en Cataluña y de ese modelo despótico cuanto mas lejos mejor. La posición teórica del periodista turolense ha causado jolgorio en la filas radicales del catalanismo que ha comenzado a babosear sus purulencias y a otros nos ha dejado estupefactos en nuestro aislamiento y orfandad. Leo que ha aparecido un grupo en Facbook que en un suspiro de días cuenta con 4.539 adhesiones y que se despachan de la siguiente guisa: "tenemos los cojones inflados de la mierda que suelta sobre Cataluña", "pongamos a hervir castellanoparlantes", "fascistas encubiertos de demócratas", "reich", "dictadura", "me explotan los cojones de la cantidad de mierda y mentiras que vierten periodistas como la hijoputa Curri de TeleMadrid", "grupo de escoria con traumas infantiles que nos tiene en su punta de mira y comen el coco a los pobres españolitos. ¿No se puede impedir?. Haremos lo que podamos". Hacen una lista de periodistas "hijos de puta", comenzando por Federico, "la rubia de Alto y Claro, la mas puta de todos", Curri "la momia" y otros indeseables. Ante tanta maldad o ideotez elevada al cubo de estos farsantes las palabras "fascista", "nazi", franquista o pinocherista se quedan cortas en la descripción de estos descerebrados del copón. ¿Que dice el Diccionario de la Real Academia de la lengua de esa fraseología?. Los escritores sobones del poder podrían explicárnoslo con bonitas palabras.