jueves, 21 de enero de 2010

Senegal, ombligo de Africa

Tres factores llaman nuestra atención sobre el país de "la negritud": las relaciones catalano-senegalesas (priorizadas por el nacionalismo), su condición de meta del llamado "turismo solidario" de BAS (en el que participan personalidades de la órbita socialista), que este año se ha roto secuestradas tres personas por Al-Quaida del Magreb y por último las declaraciones solidarias de las autoridades africanas hacia los habitantes de Haití (una colonia francesa en la América Central, compuesta de esclavos africanos que declaran su independencia a comienzos del siglo XIX). Respecto a lo primero hemos visto al sr. Carod Rovira acercarse al país siendo recibido por el Ministro de Exteriores de la República Madické Niang para firmar un acuerdo de contrapartida: Delegación catalana con rango de embajada en Dakar y reapertura de un consulado senegalés en BCN (el patinazo ha sido de órdago porque la sra. Claudia Vila de Font-Riera es titular de un consulado que permanece activo desde 1976 en la calle Balmes); viaje inútil, como tantos, de nuestro incansable y amortizado Josep Lluis, que nos hace recordarle en una anterior visita oficial acompañando al entonces President Maragall (que cosa mas graciosa) que al recibir como obsequio una cabra (de gran valor simbólico en la zona) con asombro de todos, la rechazó (ofendiendo la hospitalidad africana); de otro lado el secuestro de los "cooperantes españoles" (que pensaban pasar sus vacaciones en el país) está sujeto a un hermetismo oficial (hay otros secuestrados europeos que obligan a ZP ha mantenerse oficialmente en una actitud silenciosa e intransigente frente a los terroristas) que deja el asunto en manos de los servicios secretos, que buscarán una salida airosa para Occidente, aunque vaya en perjuicio de los paises del Magreb (que con enormes sacrificios combaten el integrismo islamista) como Argelia, Mauritania, Marruecos, Mali o Senegal; por último el Presidente de Senegal, Abdoulaye Wade ha expresado su hermandad con el pueblo haitiano (en su costa establecieron los negreros blancos grandes factorías dedicadas al tráfico de esclavos) abriendo las puertas de Senegal para la vuelta a Africa de las víctimas del terremoto: "los haitianos pueden volver a su casa en Africa ya que son los descendientes de aquellos que desde el s. XVI fueron enviados a América"; dispuesto a ceder terreno fértil de su nación, aboga, mediante la intervención de la UA, por crear un espacio hábil para el retorno de los haitianos, incluso permitiría la cesión de una región de su país brindando "un techo y una parcela de tierra fértil" a cada una de las familias que vuelva; "los africanos estamos obligados a devolverles la tierra de sus ancestros", dijo Wade, en una afirmación rotunda de "africanismo y negritud". Paises como Nigeria, Ruanda, Sudáfrica o Liberia (estado formado en el s. XIX con esclavos devueltos desde EEUU), ya han mostrado su sensibilidad apelando a las raices comunes, pero Senegal (aquel símbolo anticolonial de los años 60) va mucho mas allá: dentro de una economía en la que el 60% de la población subsiste con 2 dolares diarios, con una inmigración que desangra el territorio (mas de 20.000 senegaleses viven en Cataluña), ha aportado a los damnificados de Haití 1 millón de dolares (tremendo), exigiendo Abdoulaye Wade a los paises occidentales (Francia y la francofonía) responsabilidades históricas, pues aunque juzgan hoy a la esclavitud como crimen contra la humanidad, ayer se lucraron de ella, a fin de financiar la repatriación de sus desgraciados hermanos. Leopoldo Sédar Senghor, padre de la patria y héroe de la independencia, escribía,

A vuestra imagen, ¡escuchadme!
Ya se muere el África de los imperios,
es la agonía de una princesa deplorable.
Y también Europa
a la que nos une el cordón umbilical.
Fijad vuestros ojos inmutables
en vuestros hijos dominados que dan su vida
como el pobre su última ropa.
Que respondamos con nuestra presencia
al renacer del mundo

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