Desconectado por unos días de la triste realidad catalana en el sureste peninsular, resulta desconcertante la falta de información que llega a estos lugares. Ante tanta escasez nos agarramos al cabo que nos ofrece LA VANGUARDIA, verdadero "oasis convergente" entre la maraña de los grandes diarios nacionales que nos ofrecen los quioscos (dedicados a la información local) que a tono con los grandes partidos españoles buscan lectores con preocupaciones descentrilizadas o vindicadoras en lo inmediato; resulta desalentadora esa despreocupación globalizadora sobre nuestro futuro político inmediato como pueblo. El grupo Godó a través de su periódico emblema nos ayuda, siguiendo la huella de su línea editorial, a enfrentarnos con nuestro destino (la fractura Cataluña-España por cuenta del Estatut) acusando de nuevo al TC de "demorar hasta lo indecible el fallo sobre la norma fundamental del autogobierno de Catalunya" (subraya que el anómalo funcionamiento del Constitucional ha proyectado constantes dudas sobre "la seriedad" de su funcionamiento). Siniestramente insiste que hay un choque de legitimidades inédito (legislativo o popular y judicial) que abrirá una crisis institucional de efectos incalculables. Durante décadas LA VANGUARDIA, llamada "española" (escrita en castellano y distribuida en toda España), era el periódico que compraban todas las tiendas catalanas (peluquerías, bares, despachos, oficinas públicas, casinos de pueblo, locales parroquiales, etc.) y que, desde el punto de vista político, representaba a una burguesía que ha gobernado en coalición desde Madrid sobre toda "la pell de brau" en los despachos del mando político (dictadura o democracia), naturalmente, en defensa de sus propios intereses (en equilibrio con otros); bien, como cartón piedra inmortal reivindican que "tras mas de un siglo de catalanismo político implicado en la modernización y estabilidad del conjunto español, crece la sensación de que estamos viviendo el momento mas delicado en la resolución del encaje del hecho diferencial catalán". Este bien confeccionado panfleto nacionalista (de nuevo cuño) de tanta proximidad a CiU propone, ante una posible resolución restrictiva del TC (que considera inmediata), a las fuerzas políticas catalanas (que para el periódico son todas nacionalistas) preparar las elecciones autonómicas de otoño bajo la premisa de "grandes propuestas sobre la mejora o superación del Estatut" (independentismo?); el diario conservador rechaza con energía esa designación afortunada de "oasis o ciénaga" referida a nuestra región, defendiendo la normalidad institucional, reincidiendo en que "la sociedad catalana acusa signos de fatiga con respecto a la política oficial a la vez que reclama más y mejor política, liderazgos que la ayuden a recuperar la confianza". Definitivas y manipuladas conclusiones de nuestros informadores pátrios, olvidando intencionadamente o fantaseando, el creciente movimiento antinacionalista que se manifiesta en el subidón del abstencionismo (cosa que no ocurre en las elecciones generales), el voto en blanco, etc. elección tras elección sea ésta autonómica, local o referendulenta. Tremendo que oculten (en las pasadas autonómicas) la aparición de C's como punta sísmica de un iceberg que late en el seno de la Cataluña real. Porque contra el reinvento de la Solidaritat Catalana (que defiende nuestro patriótico equipo editorial) es fácil que comience a gestarse un movimiento en sentido contrario de efectos, sí amigos, verdaderamente desconocidos e incalculables.
domingo, 3 de enero de 2010
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