La Corporació Catalana de Mitjans Audiovisuals (CCMA) es la capa visible de "la costra nacionalista" que instruye e informa a la población catalana; esa sucesión de epidermis superpuestas (inmunes a la lógica de la razón) forman una coraza, una piel putrefacta que protege a la comunidad de los vientos del progreso; la visión incontinente de la TVC crea la adicción solidaria con la tribu, una enfermedad que conduce al fanatismo y a la intolerancia; la curación requiere tratamiento psiquiatrico individualizado, una cosa inentendible para el paciente. La Corporación la componen 4 miembros de CiU, 3 del PSC, 3 ERC (uno de ellos el Presidente), 1 ICV-EUiA y otro del PPC, lo que indica el peso superior del nacionalismo radical en los medios de comunicación de la Generalitat. A partir de aquí todo es posible: un tratamiento destacado de las consultas separatistas, unos informativos plagados de contenidos nacionalistas, adjetivaciones y descripciones tendenciosas, olvido de los grandes problemas sociales, programas de humor, de viajes, de cocina, preñados de sectarismo y localismo, exclusión de la mayoría que milita en el idioma común etc. ; sus programas persiguen (según un directivo) "la rentabilidad social, con la obligación de abrir debates políticos y sociales, dando apoyo y cobertura a las campañas institucionales". En un estudio reciente de La Vanguardia se pone en duda la sostenibilidad del actual modelo de TV3 (unos 2 mil empleados de coste individual 66.305 eu/año, practicamente doblando a la televisión madrileña); las pérdidas de la televisión pública doblan la de los ingresos (256 mill /eu>136,5 mill/eu; 2008) y las diferencias se agrandan para este ejercicio de 2010 (286 mill>115 mill) en donde los ingresos de explotación (actividad mas publicidad y venta de programas) han caído en un 23% mientras los gastos se han incrementado en un 29%; todo eso implica que desde 2001 TV3 se ha tragado 2.700 millones en subvenciones de la Generalitat (dinero de todos los españoles); de momento en el presupuesto de Cultura se han destinado para este año 330 mill/eu (25 mill por encima del año anterior) a la CCMA; una situación insostenible, ya entrevista por otras televisiones regionales y por la propia TVE que han entrado en una profunda reestructuración; hasta ahora la justificación la encontraban en los índices de audiencia que en 1999 eran del 27,3% y en 2009 han bajado al 16,4%. A partir de este mes de marzo (cierre analógico) comienza la atomización de la TDT, el desgaje correspondiente de las audiencias y la fragmentación de la publicidad, que supone una amenaza mortal en la estabilidad de "la costra nacionalista" que parasita la CCMA; además hay estudios que ligan televisión a generaciones viejas, mientras internet o los vidiojuegos se han convertido en hábito de frecuentación normal entre la juventud de esta época, lo que añade gasolina al futuro. Y es que si en la información o entretenimiento se aumenta la libertad de escoger (acotando a las productoras semioficiosas), si se acentúa la privacidad y creatividad, si en la discusión multipolar reflotan las realidades sociales, los manipuladores nacionalistas tendrán que iniciar la retirada. De momento los hogares españoles aportan (2008) 127 eu/año para que se mantenga la "caja tonta" con látigo inquisitorial.
domingo, 7 de marzo de 2010
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