He tenido la suerte de saludar a Carmen Negrín, nieta del último Jefe del Gobierno de la República española y el primero del exilio, Juan Negrín; ha sido en una conferencia concertada con el claustro de literatura de la Universidad Autónoma de BCN para desarrollar la cual se ha ayudado de numerosas fotografías y algunos retazos de películas que forman parte del archivo personal del personaje (la mayor parte de la documentación se tiene que clasificar y permanece desconocida para los investigadores salvo para Gabriel Jakson que ha hurgado en sus fondos); mas de 200 mil documentos y una biblioteca personal de varios miles de volumenes inclasificables: unos políticos (geoestratégicos), otros científicos que acogen diversas ramas del saber, medicina, electricidad, energía nuclear, etc. (la biblioteca original española, con algunos incunables fue vendida por la familia en Londres). La nieta del político mas odiado por los franquistas (rojo traidor) y en cierta manera también por muchos republicanos (POUM, CNT, UGT, etc.) que le acusaban de filocomunista y agente de los Soviets ha reivindicado la memoria histórica de su abuelo al que sus propios compañeros de partido (PSOE) expulsaron junto a treinta y seis "negrinistas"(Max Aub entre otros) por defender aquella política intransigente de "resistir es vencer" (defendiendo a muerte cada trozo de la tierra) que esperaba ligar la guerra de España (Carmen niega lo de guerra civil) con el conflicto europeo que se adivinaba en el horizonte mas inmediato frente a las posiciones que representaban Julian Besteiro o Indalecio Prieto (partidarios de la rendición pactada); en ese sentido son conocidos sus enfrentamientos con Azaña, Presidente de la República (amargado por la desafección nacionalista) intentando convencerle de que cabía ponerse al frente de la resistencia (también en Madrid). Disolvió las Brigadas Internacionales intentando granjearse la simpatía de las potencias occidentales (que sabían del respaldo que tenía Franco de los gobiernos del Eje), creó un ejército de las milicias (que los sublevados y quintacolumnistas motejaron como los 100 hijos de Negrín), saneo las cuentas públicas desde el Ministerio de Hacienda, y defendió desde la Jefatura del Gobierno y el Ministerio de Defensa la legalidad repúblicana; también negoció la compra de armas en el exterior (entregando en depósito gran parte de las reservas de oro del Banco de España, previo decreto y supervisión de entrega, a la URSS); en este sentido Carmen cuenta la anécdota de que su abuelo, intranquilo porque no llegaba la prometida ayuda francesa telefoneó a Leon Blum y este le contestó que Prieto le había dicho que las armas eran innecesarias porque la guerra estaba perdida (naturalmente Negrín cesó inmediatamente a Indalecio Prieto). En Figueras reunidas las Cortes republicanas y consciente de que todo estaba perdido presentó sus famosos 13 puntos para negociar la rendición republicana, condiciones que los militares golpistas rechazaron de plano (solo aceptaban la rendición incondicional). En una España en donde el 45% eran analfabetos, algunos idealistas tipo Negrín (n. Las Palmas) de familia conservadora y católica abrazaron los ideales krausistas de emancipación a través de la educación (hoy sabemos de esa equivocación), que en el agitado mundo de la época les obligaron al compromiso de la militancia en la izquierda. Como Ortega y tantos, estudió en Alemania (Kiel, Leigpiz) fisiología, cirugía, química y economía; en la medicina adquirió fama internacional como investigador (diabetes, vitaminas, etc.) hasta el punto que Santiago y Cajal le llamó para que dirigiera un laboratorios de investigación fisiológica en Madrid (tenía ofertas de Harvard y Nueva York), ganó con la máxima puntuación la cátedra de su especialidad en la Universidad Central; el rey Alfonso XIII (que consultó a los expertos quién era la persona ideal para realizar las obras) le encomendó la construcción de la Universidad Complutense, que una vez que terminada fue frente atrincherado de guerra (acabada la contienda la mayoría de sus edificios, milagrosamente, sobrevivieron). Como Presidente del Consejo de Ministros se preocupó de reunir un inmenso tesoro con bienes incautados que en principio iba destinado a fletar barcos para el traslado hacia América de los exiliados; el transporte de esos bienes en el antiguo yate Giralda incautado al rey fue interceptado por los partidarios de Prieto camboarpm su destino y se dedicaron a repartirlo entre los republicanos ya instalados en México (comida, vivienda, etc.). Aunque Negrín murió en París recorrió todos los caminos del exilio, humillado en Inglaterra (negándole la condición de español, era apátrida, prohibiéndole investigar, etc.), recluido en la isla del diablo (?) en USA, México, etc.; a pesar de ello continuó en contacto con los últimos adelantos de la investigación intercambiando información con numerosos científicos; en aquel país nuestro, tan pobre y atrasado, él dominaba diez idiomas (entre ellos el ruso), aprendiendo en esa época extrajera el chino y el árabe que conceptuaba como lenguas de futuro. En el último Congreso del PSOE (hace algo mas de un año, Guerra le devolvió el carnet socialista a su nieta, defendiendo su dignidad pública y reconociendo con su expulsión el gran error histórico de su partido). En la retaguardia repúblicana, con purgas y checas, con gravísimos enfrentamientos en BCN (CNT, POUM frente a PSUC y fuerzas republicanas), Negrín partidario del orden interior y de la implicación absoluta en la guerra apareció entonces como aliado objetivo, no en balde era Jefe de gobierno, de los vencedores progubernamentales. Famosas fueron las pintadas: "Negrin, donde está Nin" de aquellos intraderrotados y debajo los nuevos dueños de la situación escribían "En Salamanca o en Berlín". Negrín hacía oidos sordos y callaba. Historia. Nuestra historia.
miércoles, 24 de marzo de 2010
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