sábado, 27 de marzo de 2010

Los valores sencillos de la libertad

Nuestra sociedad está enferma, entre otras razones porque carecemos de los valores éticos fundamentales; la educación laica ha arrambado con la idea católica de lo moralmente bueno frente a lo que se consideraba cristianamente abominable; extendidos esos principios en nuestra sociedad ha acabado por viciar sus equilibrios internos, la convivencia, la civilidad, la igualdad de oportunidades, etc. en una entelequia, primándose el clasismo, la obediencia, la servidumbre, el crimen moral habitual y la deslealtad vestida de astucia como conceptos básicos en el perfil idóneo del hombre moderno. De entre los animales probablemente nos hemos convertido en los seres mas feroces y asociales de entre todas las especies (el comportamiento de los creadores de opinión es esclarecedor); somos seres racionales con un extraño sentido de la supervivencia en razón a nuestras capacidades (pasando por encima de cualquier competidor). En la arquitectura española, el concepto filosófico que con mas peligro corroe el andamiaje institucional, es la patraña nacionalista que inunda en las comunidades históricamente mas ricas el ideario de todo el tejido lúdico, asociativo, cultural y político; es la aventura o el gran negocio del independentismo (Cataluña es su expresión primera). El pequeño gran Pujol durante su largo periodo de gobierno, creó una potentísima (la mejor) red pública de medios de información y terminó "apadrinando mediante subvenciones" a toda la iniciativa privada (en este Oasis todo funcionaba maravillosamente obedeciendo de rodillas a la menor indicación del "patrone"); sus herederos lo tiene trillado, la CCMC (comité político censor) dicta y orienta las líneas maestras de la información; la sumisión de los negratas del periodismo, de los bustos parlantes radiotelevisivos , de los invitados, de los opinadores "independientes", de los literatos de fortuna, es una suerte de canto coral en defensa de la identidad nacionalista y de su potencialidad idealizada. Nos enteramos que el mencionado comité (presidido por ERC) está componiendo un "Libro de Estilo" de obligado cumplimiento para los trabajadores de los medios públicos: en ellos (TV3, Catalunya Radio, Agencia Catalana de Noticies, y otros) los profesionales ejercerán de catalanistas "por orden de la autoridad competente" utilizando el idioma como arma, excluyendo a otros españoles, a los que de forma excepcional y justificada se les hablará en español (el catalán es el idioma oficial de la comunicación en nuestra región); los conceptos de "nación, gobierno, parlamento, país, patria, etc. se referirán siempre a Cataluña, usando el eufemismo de estado español, parlamento español, autonomía concreta, Madrid, etc. cuando se aludan a noticias sobre España"; la democracia es un concepto catalán, su perversión o la dictadura militarota es lo apropiado para los ciudadanos españoles; distinción aparte merecen "Els Països Catalans", una descripción artística, cultural, histórica e identitaria que reconoce la armonía del conjunto de pueblos de habla catalana, que careciendo de un reconocimiento político legal, poseen un destino espiritual común (las noticias de ese ámbito tienen prioridad absoluta en la información diaria). Los sicarios de la CCMC (CiU, PSC, ERC, PP y IC) cuentan con un presidente (ERC) y once consejeros que manejan un presupuesto anual superior al 1,5 de euros; total el primero se embolsa 126 mil eu/anuales y los otros once 117 mil eu/anuales por cabeza (según recuerdo); una buena comisión en este desagradable negocio de la libertad. La carencia de valores entre los personajes de la imagen, la intelectualidad, de la cultura, que para muchos ciudadanos son el ideal a imitar, desmorona las ilusiones ciudadanas en la prosperidad, en el trabajo independiente, aumentando la desafección hacia una representación política desvergonzada. Son los nuevos muros que hay que derribar.

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